“Lenín Moreno es un demente”
Rafael Correa, expresidente de Ecuador
El socialista Rafael Correa (Guayaquil, 1963) está omnipresente en las elecciones de hoy en Ecuador, a pesar de no ser candidato. Fue presidente entre el 2007 y el 2017 y está condenado en ausencia a ocho años de cárcel por corrupción. Vive en Bélgica y acusa a la justicia de persecución política por orden del actual presidente, Lenín Moreno, su delfín. Correa está ahora en México desde donde responde vía Zoom a La Vanguardia.
Su candidato, el progresista Andrés Arauz, es el favorito hoy.
Nadie discute quién va a ganar, todas las encuestas dan ganador a Arauz. La discusión es quién está segundo, si (el banquero conservador) Guillermo Lasso o (el indigenista) Yaku Pérez, con cuánta diferencia y si ganamos en una sola vuelta. Hay un 80% de probabilidades de ganar en una sola vuelta.
Si Arauz venciera, ¿ qué papel jugaría en su gobierno? ¿Regresaría a Ecuador?
La victoria electoral no resuelve el problema jurídico pero tampoco es mi intención volver. Andrés ha dicho que quisiera tenerme como asesor; se puede asesorar vía internet. Mi plan de vida es continuar en Bélgica, donde vive mi familia.
En los últimos días se ha intensificado su enfrentamiento con el presidente Moreno.
Yo no enfrento a Lenín Moreno, enfrento a su corrupción, a la destrucción que ha hecho del país. Es evidente la hipocresía de Lenín Moreno y sus mentiras. Estamos ante un mentiroso patológico. Indigna la hipocresía de la prensa y la comunidad internacional al querer poner esto como una simple disputa. Es la peor traición de la historia del país, ha quebrado a la patria. Aquí no hay ningún enfrentamiento con alguien como Lenín Moreno, que está en el basurero de la historia, verán los resultados de las elecciones.
¿Por qué hay tantos indecisos? Creo que han bajado fuertemente pero son elecciones muy particulares, nunca ha habido una pandemia así. No se han podido hacer mítines, visitar todas las casas; es normal que haya más indecisión que otros años. Hay 16 binomios (candidaturas a presidente y vicepresidente). Todo eso genera confusión.
¿Qué pasó entre usted y Lenín Moreno?
Nuevamente usted está reduciendo la mayor traición de la historia ecuatoriana. Ganó nuestro programa de gobierno en las urnas y lo tiró a la basura, optó al neoliberalismo. La persecución criminal contra los que llaman correístas tampoco hubiera sido posible en un país civilizado. ¿Qué pasó? Tenemos un demente, Moreno está demente. Déjese de pensar e insinuar que es una pelea entre dos personas, son cosas mucho más profundas.
¿Cómo evalúa la presidencia de Moreno en estos cuatro años?
Todo destruido. Dejamos una economía creciendo. En el 2017 crecimos un 2,4% y ahora vamos a decrecer un 11%. Se triplicó la pobreza absoluta, volvimos a ser un país sumamente desigual y a retroceder en todos los derechos fundamentales, en todos los servicios públicos.
¿Y eso no se puede atribuir en parte a la pandemia?
Buena pregunta. En el 2017 crecimos un 2,4%, después de que tuvimos un terremoto, apreciación histórica del dólar, desplome de exportaciones. Recuperamos la economía y la dejamos en crecimiento. Por las malas políticas, con precio del petróleo recuperado, en el 2018 crecimos un 1,8%. En el 2019 no crecimos, ya estábamos en una profunda recesión. La pandemia fue el golpe de gracia y somos de los países que más decrece en América Latina continental. Antes de la pandemia, el país ya estaba destrozado.
Usted es economista. Ecuador ha recibido un crédito del FMI. ¿Cómo resolvería la crisis?
Recibimos un rescate de 6.500 millones de dólares al 2,9%. ¿Sabe donde esta ese rescate ahora? Agárrese al sillón: está en Suiza, en el banco de Basilea. Tenemos 8.300 millones de dólares inmovilizados allá ganando 0,75% de interés para garantizar el pago de deuda. ¡Brillante! Ese dinero debe venir a trabajar para el pueblo ecuatoriano. Movilizando ese dinero se puede dar un gran empujón para reactivar la economía. Debemos hacer reformas tributarias; por ejemplo, un impuesto a las grandes fortunas o a los que generan beneficios en tremenda crisis.
¿Cómo ha gestionado el gobierno la pandemia?
La respuesta a la pandemia solo se puede calificar como negligencia criminal. Desde que se supo que había el nuevo virus debíamos tomar precauciones. No hicieron nada.
Usted fue presidente en un contexto de gobiernos latinoamericanos de izquierdas. Luego el continente giró a la derecha.
Porque se dio la vuelta al ciclo económico y el mercado le echó la culpa a las políticas de los gobiernos progresistas, más el bloqueo a Venezuela, que lo toman como ejemplo de fracaso del socialismo. Me parece una hipocresía sin límites,
La comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, dice que el chavismo viola derechos humanos.
Bachelet, a quien estimo mucho, también se puede equivocar. Bloquean a Venezuela, le hacen tener escasez de combustible, de medicinas, de alimentos. Si hay protestas tienen que controlar las protestas y ahí está la represión. La hipocresía de siempre. Venezuela está bloqueada, ese es el verdadero atentado a los derechos humanos.