La CUP se rearma frente al “contagio de desesperanza” de Junts y ERC
Frente a los que pretenden proclamar, activar, levantar o defender la DUI y los que abogan por sumar, sumar y sumar, la CUP cree que se ha perdido el legado del 1-O, por lo que el independentismo debe empezar un nuevo ciclo y rearmarse para volver a un nuevo “embate contra el Estado”. De hecho, los cuperos más bien afirman que no es que se haya difuminado el octubre del 2017 sino que Junts y Esquerra lo han “malbaratado”. Hasta tal punto que ayer en Barcelona, en el acto central de campaña, la presidenciable de los anticapitalistas afirmó que los socios del Govern han “contagiado desesperanza y decepción” al independentismo”, incluso haciéndole creer que debía “bajar la cabeza”.
Sabater lamentó los continuos rifirrafes entre los dos socios del Govern, razón por la cual se ha retrocedido en las aspiraciones independentistas, pero también en lo que respecta a derechos sociales. La pandemia, a su juicio, lo manifiesta.
Dicho lo cual, la cabeza de lista erigió a su formación como la única que defiende “de manera insobornable” que la lucha nacional y la social “no pueden ir de otra manera que juntas”. Sabater hacía buenas las palabras de una de las presentadoras del acto, que afirmó: “O ganamos o pintan bastos”.
La confianza de la CUP en Junts y ERC no es cero, pero se acerca, por lo que confía en obtener un buen resultado para condicionar la gobernabilidad. “Que no nos engañen con mesas de diálogo. No nos rindamos porque cada vez que bajamos la cabeza la represión aumenta”, clamó Sabater. Así que apeló al voto útil para la CUP, como anteriormente lo hizo el exdiputado cupero David Fernàndez, quien a ese voto útil le añadió calificativos: antifascista, antirrepresivo, social e independentista.
Los cuperos trasladaron para ayer su material de campaña al hospital Sant Pau para reconocer el esfuerzo de los sanitarios y de todos aquellos que durante un año han permanecido en la primera línea de la lucha contra la covid. Allí estuvo también Laia Estrada, candidata por Tarragona, que pareció alejar la idea de que la CUP se implique en un nuevo Govern: “La política en mayúsculas no se ha gestado en los despachos de las instituciones, sino que se ha cocinado a fuego lento en las calles con las movilizaciones y [ha sido luego cuando] ha irrumpido en las instituciones”.