La Vanguardia

La resistenci­a de Dembélé

El extremo francés es el mejor ejemplo de la preparació­n física del Barça

- CARLES RUIPÉREZ

El primer gol de la era Koeman lo marcó Ousmane Dembélé. Fue en un amistoso de pretempora­da, allá por mediados de septiembre, contra el Nàstic. El dato dice más de lo que parece. El francés no siempre ha podido trabajar bien en las semanas previas al inicio de cada campaña. En su primer año de blaugrana apenas hizo pretempora­da ya que llegó después de declararse en rebeldía en el Borussia Dortmund. En su segundo curso tampoco fue a la gira por Estados Unidos tras ganar el Mundial con Francia. La temporada pasada se lesionó el 16 de agosto en la primera jornada en San Mamés. Por fin, en el 2020, a la cuarta, el extremo pudo completar una buena aproximaci­ón a la competició­n y acumular carga de trabajo. Y el cuerpo de Dembélé está respondien­do, permitiénd­ole rendir a muy buen nivel.

El francés, que costó 105 millones más variables, es una pieza clave como extremo por la derecha. Esa banda es la que Koeman intenta abrir más académicam­ente, sobre todo si Mingueza o Sergi Roberto están en el lateral. Si participa esta noche en el Villamarín –ya batió al Betis en la primera vuelta– sumará doce partidos seguidos jugando, ya sea como titular (7) o como suplente (4). Además superará los 23 encuentros de todo su primer año de barcelonis­ta, el de su operación por la rotura en el bíceps femoral del muslo izquierdo.

“Yo no tengo dudas de su calidad. Tiene uno contra uno, tiene profundida­d y juega con las dos piernas. Me encanta este jugador”, afirma el entrenador.

En estos primeros cinco meses de campaña ha tenido una continuida­d nunca vista en el Camp Nou. Solo ha sufrido un percance muscular. Se lesionó en Cádiz, saliendo en el descanso desde el banquillo, y se perdió cinco encuentros. El resto ha estado siempre disponible para Ronald Koeman.

En esta buena racha, cuando no ha sido titular ha entrado al rescate porque el marcador así lo requería. Marcó contra el Eibar en su reaparició­n en la Liga. Mientras, en la Copa se atrevió a chutar (falló) un penalti en Cornellà, donde hizo el 0-1 –su sexto gol del curso– y en Vallecas ayudó en la remontada, igual que en Granada.

El cuerpo de velocista de Dembélé ha jugado tres de las cuatro prórrogas del Barça en 2021. Y la fibras resisten el vértigo. “El estado físico de los jugadores es importante. Todo el equipo ha mejorado. Si no, no se puede aguantar un mes de enero así con cuatro prórrogas. ¡Y cómo hemos acabado las prórrogas! Yo no puedo saber qué ha pasado en años anteriores porque no estuve. Pero viéndole este año, hay dos cosas diferentes: físicament­e Ousmane ha mejorado y tiene un gran ritmo de partidos. Además, está metido y alegre”, analiza Koeman.

Después de algún despiste horario y de relajarse con el idioma, Dembélé está más integrado. Cambió de alimentaci­ón, se atreve a dar indicacion­es y está implicado en la presión, bien aconsejado por Henrik Larsson, tercer entrenador, que le está ayudando a mejorar a entender el juego. Y en las celebracio­nes se le ve bromear. Tras el 2-1 de Griezmann al Athletic, Messi le dio un par de collejas, que se tomó a risa, señal de que se siente uno más del grupo.

El francés, de 23 años y con contrato hasta el 2023, es el gran ejemplo del salto de calidad que ha tenido la forma física del Barcelona. Una de las mejoras con el técnico holandés tiene que ver con unas

Todo el equipo ha mejorado físicament­e. Si no, no se puede aguantar un mes como este con cuatro prórrogas”

piernas más preparadas. Con ese objetivo volvió al club Albert Roca, que ya había trabajado en el Barcelona en la etapa de Frank Rijkaard.

Esta semana, con dos viajes en cuatro días a Sevilla –hoy en busca del sexto triunfo seguido en la Liga, el miércoles para las semifinale­s de Copa–, es otra demostraci­ón de la dureza del calendario, que Koeman volvió a criticar con rotundidad. “Han sido 11 partidos fuera de casa de los últimos 12. Con horarios nocturnos. A veces, volvemos a las tres de la mañana. Es necesario ayudar a los futbolista­s. No es normal los partidos que tienen que jugar. Para mí, es demasiado para ellos. No podemos seguir así. Necesitamo­s parar. Estamos matando a los jugadores. Espero que alguien un día tome una decisión para ayudar a los jugadores”.

Todo lo contrario que el Atlético, que “llega muy fresco a sus partidos del fin de semana”, compara Koeman, que asegura que una buena comunicaci­ón con los jugadores es el secreto para evitar lesiones. “En el pasado dimos descansos y lo haremos en las próximas semanas”, adelanta algunas rotaciones para ser competitiv­o en las tres competicio­nes. Para ello, sabe que puede contar con un resistente Dembélé. Qué diferente para el francés al año pasado cuando a principios de febrero se operaba del tendón del bíceps femoral, esta vez el derecho, y estuvo siete meses de baja.

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Está más integrado en el vestuario y lee mejor el juego, incluso da indicacion­es durante los partidos
Ousmane Dembélé marcó su sexto gol de la temporada contra el Cornellà en la Copa
JOAN MONFORT / AP MÁS CENTRADO Está más integrado en el vestuario y lee mejor el juego, incluso da indicacion­es durante los partidos Ousmane Dembélé marcó su sexto gol de la temporada contra el Cornellà en la Copa

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