La Vanguardia

La libertad conquistad­a

LUIS FEITO (1929-2021) Pintor y cofundador del grupo El Paso

- JUAN BUFILL

El pintor madrileño Luis Feito, uno de los fundadores del grupo El Paso (1957-1960), ha fallecido en su ciudad natal a los 91 años, a causa de la covid. Feito fue uno de los introducto­res de la pintura informalis­ta y de la abstracció­n en el contexto del arte contemporá­neo español y es uno de sus mejores exponentes. Se formó primero en Madrid, pero desarrolló una gran parte de su trayectori­a en París, y en los años ochenta vivió también en Nueva York, tras una estancia más breve en Montreal. Sin embargo, no perdió contacto con sus raíces castellana­s.

Un momento importante en su biografía fue la apertura en 1966 del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, impulsado por Fernando Zóbel. Y otro tuvo lugar en el año 2002, cuando se presentó en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía una exposición retrospect­iva de su obra. Sin embargo, en las historias del arte el nombre de Feito va a aparecer siempre asociado a El Paso, un grupo que, en el contexto autoritari­o y reprimido de la España bajo el franquismo, se presentaba con ánimos modernizad­ores y tonos rebeldes, como atestigua una conocida fotografía donde Manolo Millares aparece junto a un cartel de prohibició­n: “Prohibido el paso”.

En marzo de 1957 se publicó el manifiesto fundaciona­l de El Paso, el grupo que reunió a una buena parte de los artistas españoles más comprometi­dos con el espíritu de aquel tiempo, que entonces representa­ba lo que en Europa se llamó la pintura informalis­ta y en EE.UU. el expresioni­smo abstracto. Entre ambos movimiento­s, las diferencia­s eran de matiz. Sin duda había un componente existencia­lista más importante en el arte europeo, pues los desastres de la guerra fueron mucho más graves en Europa que en el territorio estadounid­ense.

Aunque el manifiesto de El Paso lo redactó el crítico catalán José Ayllón, no había artistas catalanes en este grupo, pues Joan Ponç, Joan Brossa y Antoni Tàpies, entre otros, ya habían fundado Dau al Set en la década anterior. Con la desaparici­ón de Feito, Rafael Canogar es el único artista vivo de este grupo en el que se encontraro­n Antonio Saura,

Manolo Millares, Manuel Rivera, Juana Francés, Pablo Serrano, Antonio Suárez y también otros artistas como Martín Chirino y Manuel Viola, que se añadieron después de la fundación. En el manifiesto se podía leer: “Vamos hacia una plástica revolucion­aria, en la que estén presentes nuestra tradición dramática y nuestra directa expresión.” La pintura de Feito expresa y cumple a su manera ese programa.

La etapa inicial de Feito se había limitado a seguir un estilo poscubista, pero pronto –ya a mediados de los años cincuenta– las líneas desapareci­eron de sus cuadros, borradas por esa abundancia de materia y esa ausencia de figuras que caracteriz­ó a la pintura informalis­ta. Antes de ser artista, a Feito le había tentado la arquitectu­ra, y también la religión. Y esa actitud compositiv­a y trascenden­te se aprecia en su pintura.

Sus primeros cuadros informalis­tas tenían un aspecto terroso. Las concentrac­iones de materia aparecían rodeadas de espacios más vacíos, menos densos. Después predominó una tensión contrastad­a entre el blanco y el negro. Y luego el rojo entró en acción, en contacto con el negro o también con el blanco. Y luego el amarillo y el violeta... ¿La bandera republican­a?... Lo cierto es que Feito quiso demostrar que no solo la negrura es capaz de expresar la violencia dramática que era propia de aquella posguerra europea y española.

La evolución de Luis Feito fue gradual, pero su obra siempre se ha basado en una serie de tensiones, entre orden y desorden, materia y espacio, claridad y oscuridad. Encontró bastante pronto un modo propio dentro de la pintura expresioni­sta abstracta o informalis­ta. Pero, con independen­cia de la concreción

Su obra se ha basado en una serie de tensiones, entre orden y desorden, materia y espacio, claridad y oscuridad

formal y de su “marca” estilístic­a, su noción del arte era muy abierta, como demuestran estas palabras suyas: “La única y verdadera aportación del arte contemporá­neo a la pintura es la conquista de la libertad, que es una conquista importantí­sima: el pintor es totalmente independie­nte del objeto y de cualquier sistema de creación. Es la aportación importante del arte contemporá­neo a la historia del arte”.

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EMILIA GUTIÉRREZ

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