“El Ateneu ha de ser un foco del catalanismo abierto”
Isona Passola, nueva presidenta del Ateneu Barcelonès
El pasado lunes 1 de febrero finalizaba el plazo de presentación de candidaturas para la elección de la nueva junta directiva del Ateneu Barcelonès y al haber concurrir una sola, encabezada por la productora y guionista Isona Passola, la comisión electoral proclamó a sus integrantes como candidatos electos.
Isona Passola Vidal (Barcelona, 1953), que actualmente es presidenta también de la Acadèmia del Cinema Català, cargo que dejará en junio tras ocho años al frente, encabezaba la candidatura Reactivem l’ateneu con Lluïsa Julià y Genís Roca, como vicepresidentes; Ricard Faura, secretario; Pedro Santos, vicesecretario; Teresa Mañà, bibliotecaria; Elisabet Cirici, conservadora; Daniel Faura, tesorero; y Joan Safont, Rosa Maria Malet, Jordi Jiménez, Paula Przybylowicz , Laura Feliu, Marià de Delàs y Carme Gual, como vocales.
¿Usted ha explicado que más que presentarse para la presidencia la han venido a buscar?
La anterior junta que presidía Jordi Casassas me lo propuso y lo primero que hice fue ir a buscar gente que ya se había presentado otras veces. El objetivo era que la nueva junta fuese un reflejo de la diversidad.
Uno de sus vicepresidentes es Genís Roca, que se presentó en la últimas elecciones, las del 2017, pero perdió. ¿Y con la otra candidatura, la de Bernat Dedéu, que también se presentó y perdió, también ha contactado?
Sí, hemos incorporado a Joan Safont, de su candidatura, y a otra gente joven. Creo que todos son profesionales excelentes. Lo que deseo es que el Ateneu sea un centro irradiador de cultura, abierto a la ciudad, que podamos superar la covid y que vuelva a ser el lugar donde se debate y plantea todo lo que sucede en la ciudad.
Será la primera vez en 161 años que preside el Ateneu una mujer y con una junta paritaria.
La junta está formada por ocho mujeres y siete hombres. Y las mujeres que están son toda ellas de gran valía, por eso están. Lluïsa Julià, escritora y profesora, es vicepresidenta primera. Está Rosa Maria Malet, ex directora de la Fundació Miró; Paula Przybylowicz, una joven filósofa; Laura Feliu, profesora de relaciones internacionales, experta en cultura de la paz... Siempre digo que mi feminismo es muy orgánico. Y otra cosa, veo que a todos les hace mucha ilusión y entran con ganas de trabajar. Para mí es muy importante trabajar en equipo.
¿El lema “Reactivar l’ateneu” significa que ahora está paralizado?
Significa que ahora por culpa de la covid muchas actividades no se pueden hacer, que la gente no puede acudir a la Escola d’escriptura, que es la joya del Ateneu,... Es terrible cómo la pandemia ha afectado a las entidades.
Pero a mí no me sacarán juicios de valor contra la junta anterior. Al contrario, creo que han hecho grandes cosas, como la habilitación de la sala de Elies Rogent del subsuelo del jardín como ampliación de la biblioteca. Pero cuando pase todo esto, tenemos que levantar cabeza y volver a ser un referente del tejido asociativo catalán.
¿Qué objetivos se ha marcado?
Uno de los principales es modernizar la institución, hacer la reconversión digital y para eso tenemos expertos como Genís Roca o Ricard Faura, que además son gente que viene del humanismo, y esto es importante. Nuestras actividades han de salir en las redes sociales y este es uno de los retos. Otro: defender la excelencia y eso quizás implique menos actos y más potentes. Hay que volver a activar la Escola d’escriptura, que es una de las más importantes de Europa, y reforzar el papel de las tres asociaciones de escritores que tienen aquí su sede. Potenciar el Premi Creixells. Dar más relevancia a las actividades musicales para atraer a la gente joven, para lo cual también debemos pensar en una política de precios activa.
¿Cuántos socios se han dado de baja en los últimos tiempos y cuántos son actualmente?
No he tenido tiempo aún de consultar el censo pero son unos cuatro mil socios y se han dado de baja unos mil.
Durante la pandemia se tuvo que hacer un ERE de los trabajadores. ¿Cual es la situación económica de la entidad?
Esos detalles los podré responder a partir del 23 de marzo cuando tomemos posesión del cargo. Pero está claro que la situación económica es otro reto, han caído también las ayudas y existe un agujero económico importante que solucionaremos.
¿El Ateneu ha de tener un papel reivindicativo, en lo social y en lo político?
El Ateneu es el reflejo de la diversidad, un lugar abierto al debate con las personas. Es, permítame decirlo, una entidad contra lo que yo llamo las tuiteradas, un espacio para el debate intelectual de altura, y no del nivel bajo que a veces tienen las redes. Por eso es importante partir de esta apertura mental total, con un nivel académico de excelencia, con un trabajo en equipo. El Ateneu ha de ser un foco de modernidad y catalanismo abierto, reflejo de la diversidad. El ateneísmo es la sociedad civil, es el estado de la gente, la que aguantó la cultura catalana durante los años del franquismo. Y sería maravilloso que todo eso pueda coger alas de nuevo.
¿Cuál es su vínculo personal con el Ateneu Barcelonès?
A los 16 años mi padre ya me hizo socia y como vivíamos cerca lo frecuentaba, de ahí que tenga una relación sentimental especial. Cuando entro en su jardín romántico se me pasan todos los males. Y espacios como la biblioteca, el bar, la sala de actos, los espacios para las tertulias, tienen un recuerdo especial. Por eso me da tanta pena cuando en esta época de la pandemia entras y ves tan poca gente y además obligada a tomar distancias.
PLANTEAMIENTO
“El Ateneu es el reflejo de la diversidad, un lugar abierto al debate contra las ‘tuiteradas’”
OBJETIVOS
“La economía es otro reto, han caído las ayudas y hay un agujero que solucionaremos”