Los franceses viajan a Madrid para disfrutar del ocio nocturno
La laxitud de las restricciones convierte la capital en un oasis del ocio nocturno para decenas de jóvenes que se desplazan para esquivar las limitaciones de su país de origen
De las tres patas del lema Liberté, egalité, fraternité acuñado en Francia durante la revolución del siglo XVIII, la primera –la de la libertad– se ha desdibujado en los últimos tiempos para parte de la juventud gala, que no ha dudado en hacer las maletas para disfrutar de una escapada a Madrid, donde la laxitud de las restricciones derivadas de la pandemia supone un oasis del ocio nocturno, en contraposición con las medidas implantadas en su país.
A este reclamo, además, ha contribuido Pierre Adrian. El afamado escritor, galardonado en 2016 con el premio François Mauriac de la Academia Francesa, amplificó este sentir en Gracias a la vida, su última columna en el dominical de L’équipe –titulada en castellano–, en la que desgranó los incentivos de su reciente visita a la capital, y que sus amigos interpretaron como una suerte de epopeya. Aventura en la que tomarse una caña en una terraza o visitar un museo son poco menos que una proeza en comparación con el día a día en Francia, cuyo Ejecutivo ordenó la prohibición de servir comidas en los restaurantes y ordenó adelantar el toque de queda a las 18 horas con una tasa de incidencia de 187 casos por cada 100.000 habitantes mientras que Madrid lo mantiene a las 22 horas con una incidencia cinco veces superior.
La guinda la ponen los turoperadores que en plena crisis del turismo ofertan paquetes muy económicos que incluyen vuelo desde París y dos noches de hotel por poco más de 150 euros y “con una PCR positiva como único requerimiento”, como apunta el corresponsal de La Vanguardia en París, Eusebio Val.
La suma de todo ello ha resucitado parcialmente una imagen que la pandemia había logrado desdibujar. La de jóvenes turistas franceses copando los bares y restaurantes de Chueca y Huertas o Latina al calor de una consumición y su consiguiente tapa.
Así lo reconocen en declaraciones a la agencia Reuters Clara Soudet, una estudiante de 22 años. “Aquí hay vida, hay de todo. Incluso con el toque de queda, se pueden hacer muchas cosas, así que lo aprovechamos al máximo. (...) Sentí un gran alivio cuando me volví a sentar en una terraza”; Clementine Julien, estudiante de derecho de 23 años que directamente compara la experiencia como “haber vuelto a aprender a vivir, como si fuera 2019”. Y Adrien Durand, estudiante de la Sorbona quien admite que “ver los restaurantes abiertos fue un poco chocante, porque París es deprimente y todos los cierres están echados”.
El efecto llamada, además, ha sido recibido con júbilo por el sector. “Sin turismo no tenemos a nadie”, señaló Lucio Burgos-cespedes, que gestiona un restaurante en la plaza Santa Ana de Madrid. Una opinión compartida por Edu Luna, que trabaja en un bar de tapas de la misma plaza y que cifra en un 60% el peso de los turistas franceses, cuando cierra la caja estos días. “Creo que es fantástico para los negocios”, asegura.
Desde el Gobierno regional, su vicepresidente, Ignacio Aguado, ha sacado pecho de las políticas liberales del Ejecutivo de coalición (PP-CS): “Nunca somos partidarios de ponerle puertas a nadie, al contrario Madrid siempre ha sido una ciudad de acogida, una región abierta al mundo”, ha señalado en los últimos días en los que se ha visto obligado a apostillar que “todos los turistas son bienvenidos siempre y cuando se respeten las medidas de seguridad y se hagan las cosas bien”.
La advertencia de Aguado se debe a la parte negativa de ser el oasis del ocio del sur de Europa y que mantiene abierta una operación policial que investiga a los propietarios de varios pisos turísticos, así como a la plataforma que posibilita los alquileres de estas viviendas, por el repunte de fiestas ilegales nocturnas celebradas en la capital, siendo infractores de nacionalidad francesa los más recurrentes en los últimos días.
LA NOCHE Y EL DÍA Francia mantiene la hostelería cerrada y en Madrid los bares abren hasta las 22 h
FIESTAS ILEGALES
La policía municipal ha denunciado a varios infractores de nacionalidad francesa