Arauz gana en Ecuador pero el indigenismo altera el escenario
El empate entre Pérez y Lasso siembra de incertidumbre la segunda vuelta
La irrupción por sorpresa del candidato indigenista Yaku Pérez en la definición de los comicios ecuatorianos puede suponer un imprevisto cambio de escenario en la presidencia del país, que se decidirá en la segunda vuelta del 11 de abril. Como estaba previsto, el correísta Andrés Arauz se impuso el domingo en la primera vuelta, pero no tendrá fácil llegar al palacio de Carondelet si se confirma que Pérez será su contrincante en lugar del banquero conservador Guillermo Lasso, como auguraban las encuestas previas.
La incertidumbre sobre el segundo lugar continuaba al cierre de esta edición, casi dos días después de cerrados los colegios. Con el 98% de los votos escrutados, Arauz obtenía el 32% frente al 19,87% de Pérez y el 19,60% de Lasso, casi un empate. La estrecha diferencia no permitía asegurar aún quién de los dos concurrirá a la segunda vuelta, pues ambas candidaturas pretenden supervisar la validez de cada voto mediante la presentación de recursos, lo que puede llevar varios días. Otro candidato progresista, el empresario Xavier Hervas, de Izquierda Democrática, quedó en cuarto lugar con el 16% de los sufragios y sus votos también serán decisivos.
De 36 años, Arauz es el candidato de la alianza progresista Unión por la Esperanza, donde se integra el partido Fuerza Compromiso Social, liderado por el expresidente socialista Rafael Correa (20072017). Por tanto, la victoria en abril de Arauz, exministro de Conocimiento y Talento Humano (20152017), supondría el regreso de las políticas bolivarianas de Correa.
Sin embargo, el inesperado impulso de Pérez, un ecologista de 51 años, candidato del movimiento indígena Pachakutik, lo cambiaría todo si se cuela en la segunda vuelta. Pérez es crítico con las propuestas liberales de Lasso, pero también es detractor de las políticas de Correa, cuya figura ha estado omnipresente en estos comicios a pesar de no ser candidato y hallarse en el exilio.
Pérez alertó ayer de una “intentona de fraude” para evitar su pase al balotaje. “Se está confabulando un fraude entre el señor Correa, el señor Lasso y el señor Nebot para impedir que nosotros lleguemos a la segunda vuelta. ¿Cómo? A través de las actas que están siendo rezagadas”, denunció el candidato indigenista a las puertas del hotel de Quito donde el Consejo Nacional Electoral (CNE) instaló el centro de cómputo, rodeado de unas decenas de simpatizantes que coreaban: “¡El voto no se vende, el voto se defiende!”. Pérez se refería a Jaime Nebot, líder histórico y excandidato presidencial del Partido Social Cristiano (PSC) de Lasso.
“Vamos a pedir un recuento de los votos”, agregó Pérez. “Abramos la urnas”, dijo, expresando su nula confianza en el CNE, donde Pachakutik no tiene ni un representante. Pérez afirmó también que, según los datos recabados por su formación, obtuvo el primer puesto con el 35% de los votos –es decir, habría superado a Arauz– pero que mediante el supuesto fraude los quince puntos de diferencia con el porcentaje oficial “se sacaron de nuestra votación y transfirieron a otros candidatos”. El líder emergente añadió que “Correa tiene un pánico a que entremos nosotros a la segunda vuelta, él tiene un techo” y que no permitirá que “nos roben la voluntad de los ecuatorianos”.
Por su parte, Lasso es un banquero que postula por tercera vez a la presidencia, ahora como candidato de una coalición entre el Movimiento Creo y el PSC, dos formaciones conservadoras que defienden políticas económicas liberales. A sus 65 años, Lasso entronca con la clase política más tradicional de Ecuador, cuyo principal objetivo es frenar el regreso a Carondelet de la llamada Revolución Ciudadana, el programa de gobierno que Correa desarrolló durante la década en que fue mandatario.
El rechazo al correísmo llevó a Lasso a insinuar durante la campaña que apoyaría a Pérez si este pasaba a la segunda vuelta, a pesar de sus grandes diferencias ideológicas. Un anticorreísmo que comparte el candidato de Pachakutik, que en el 2017, siendo presidente de la Conferencia de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuarunari) se posicionó a favor de Lasso en la segunda vuelta que el conservador finalmente perdió ante el actual presidente Lenín Moreno, entonces delfín de Correa y ahora enfrentado al exmandatario bolivariano. “Es preferible un banquero que una dictadura que nos ha despojado de nuestros territorios, que nos ha declarado el estado de excepción, que nos ha encerrado en la cárcel”, declaró Pérez entonces.
Con el 98% de los votos escrutados, Arauz obtenía el 32% frente al 19,87% de Pérez y el 19,60% de Lasso