Hilaria pide perdón
La esposa de Alec Baldwin, nacida en Boston, reconoce ahora que debió explicar mejor su arraigo aunque no haya nacido en España
Hilaria Baldwin, la esposa de Alec Baldwin y madre de cinco de sus hijos, ha pedido perdón tras el escándalo que protagonizó y que fue bautizado como Hilariagate tras hacerse público que no era española, como ella había defendido siempre.
La mentira fue destapada en diciembre por el diario New York Post, por lo que la instructora de yoga tuvo que confesar que efectivamente no había nacido en Palma de Mallorca. La publicación desvelaba que Hillary Hayward-thomas, su nombre de soltera, no es mallorquina ni de ascendencia española. Sus padres son anglosajones de clase alta de Boston, y durante su infancia fue a uno de los colegios más exclusivos de Massachussets.
El revuelo mediático que se levantó por supuesta apropiación cultural hizo que Hilaria, de 37 años, se viese obligada a suspender por un tiempo su cuenta en Instagram. Pero el pasado sábado volvió a la red social para sincerarse sobre este asunto. “Pasé el último mes escuchando, reflexionando y preguntándome cómo puedo aprender y crecer”, explicó. Y añadió: “Mis padres nos criaron a mi hermano y a mí con dos culturas, la estadounidense y la española, y siento un verdadero sentido de pertenencia a ambas”.
Sin embargo, Hilaria admitió que “la forma en que he hablado sobre mí y mi profunda conexión con dos culturas podría haberse explicado mejor; debería haber sido más clara y lo siento”. Y aseguró que está “orgullosa de la forma en que me criaron y estamos criando a nuestros hijos para que compartan el mismo amor y respeto por ambas (culturas)”.
El texto de disculpa iba acompañado con una imagen en la que aparece ella junto a su marido Alec y sus cinco hijos. Sin embargo, Hilaria desactivó los comentarios consciente de que, seguramente, acabaría recibiendo numerosas críticas.
Cuando salió a la luz el enredo, la polémica fue bautizada como Hilariagate. En ese momento la esposa del actor Alec Baldwin concedió una entrevista al The New York Times donde intentó justificarse: “Hay una diferencia entre ocultar e inventar. Las cosas que he compartido sobre mí son muy claras: nací en Boston, viví un tiempo allí y también en España, donde mi familia reside ahora. Me mudé a Nueva York cuando tenía 19 años y aquí estoy desde entonces”.
En pleno estallido del escándalo, el mismo día que ella salía al paso de esas informaciones y publicaba un vídeo en Instagram donde admitía que había nacido en Boston, en su perfil profesional en la agencia que la representa todavía afirmaba que “nació en Mallorca y se crió en Boston”.
A pesar de la polémica, su círculo más cercano no ha dejado de apoyarla de manera incondicional, especialmente su marido, Alec Baldwin, de 62 años. “Dicen cosas, muy a menudo no hay foto de perfil, escondidos detrás del anonimato de las redes sociales. Solo quieren disparar sobre ti y rociarte con su veneno y su odio”, criticó el actor.
La profesora de yoga dice que fue criada en la cultura americana y española y que se siente vinculada a ambas