De Potter a Strike
El medio The Hollywood Reporter aseguraba a finales de enero que HBO Max y Warner Studios estaban preparando una serie sobre el universo de Harry Potter en la que iba a ser su primera incursión televisiva tras las ocho películas protagonizadas por Daniel Radcliffe. El portal adelantaba que el proyecto para adaptar de nuevo las novelas de J.K. Rowling estaba en fase inicial y que la plataforma digital estaba explorando qué rumbo podría tomar esta nueva versión.
Sin embargo, tras el revuelo levantado por la noticia entre los fans del joven aprendiz de magia, fuentes oficiales de Warner desmintieron que se estuviera trabajando en un proyecto televisivo sobre Harry Potter. Poco les duró al emoción a los seguidores de la exitosa saga, aunque con el tiempo habrá que ver cuánto había de rumor y cuánto de verdad en esa información. Un proyecto como este encaja a la perfección en la estrategia de HBO Max, cuya táctica es seguir exprimiendo viejos éxitos, ya sea con nuevas entregas (como las continuaciones de Juego de tronos o Sexo en Nueva York) o apelando a la nostalgia con programas especiales (como la esperada reunión de Friends). También encaja en la necesidad de recurrir a sagas populares para lograr un éxito de impacto mundial por parte de las plataformas de streaming. Es el caso de Amazon Prime Video con la nueva versión de El señor de los anillos o la apuesta decidida de Disney+ por explotar el universo Star wars.
Mientras se esclarece el futuro del Harry Potter televisivo, los seguidores de J.K. Rowling pueden conformarse con otra de sus sagas literarias que sí han sido llevadas a la televisión. Bajo el pseudónimo Robert Galbraith, la escritora británica creó al detective privado Cormoran Strike y a su ayudante Robin Ellacot, quienes han protagonizado cinco novelas hasta la fecha, cuatro de las cuales ya tienen su versión televisiva. HBO España estrenó en enero la cuarta de estas adaptaciones, Blanco letal, que llegó tras El canto del cuco, El gusano de seda y El oficio del mal.
Cormoran Strike está protagonizada por Tom Burke, que da vida a un exmilitar que perdió una pierna en Afganistán y que ahora trabaja como detective desde una pequeña oficina en Londres. Allí llega un día Robin (Holliday Grainger) para trabajar como secretaria temporal, aunque su ilusión desde pequeña es ser investigadora. Tratará de aprovechar la oportunidad y convertirse en su asistente, objetivo que le acarreará problemas con su novio. Evidentemente, uno de los ejes vertebradores será la relación que se irá estableciendo entre Cormoran y Robin, dos seres que buscan en la emoción de las pesquisas detectivescas huir de su realidad: dolorosa y traumática en el caso de él y aburrida y demasiado planificada en el de ella.