La Vanguardia

Las ayudas a pymes a fondo perdido suman ya 115.000 millones en la UE

Ocho países han activado programas para inyectar capital y evitar quiebras

- CONCHI LAFRAYA

Ocho países de la Unión Europea ya tienen activados programas para inyectar capital a fondo perdido a sus pymes y autónomos con el objetivo de evitar más quiebras. Los programas de Italia, Francia, Alemania, Dinamarca, Portugal, Irlanda, los Países Bajos y Austria suman 115.000 millones disponible­s para aquellas empresas que necesiten los recursos y cumplan los requisitos impuestos por cada país de caídas de ingresos o pérdidas de facturació­n, según un informe de la revista ICE del Ministerio de Industria, elaborado con datos de la Comisión Europea a finales del año pasado.

España está a la espera de la respuesta de Europa para activar un programa que servirá para conceder capital y evitar quiebras empresaria­les debido al alargamien­to de la actual crisis. Organismos como el FMI, el BCE, el Banco de España y las propias patronales empresaria­les (CEOE, Foment y Cepyme) llevan meses pidiendo capital para las empresas más afectadas por la pandemia del sector turístico o de la hostelería.

Para la investigad­ora Lidia Brun , de la Universida­d de Bruselas, autora del citado estudio, “por una parte, España debería ayudar a las empresas para la superviven­cia del tejido productivo porque las pymes no pueden seguir haciendo frente a las caídas de facturació­n derivadas de la pandemia solo con medidas de liquidez. Y, por otra, porque todos los países lo están haciendo y esto puede acabar suponiendo una divergenci­a económica importante entre los países que han ayudado e invertido en sus sectores productivo­s y los que no lo han hecho”. En su opinión, “a la larga es un cálculo contraprod­ucente no ayudar ahora pensando en el coste porque el no ayudar va a revertir en el sector público”. La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguró ayer en el Círculo de Economía en Barcelona que las nuevas ayudas directas a las empresas llegarán “cuanto antes porque el propósito es garantizar su solvencia”, pero no concretó plazos.

Se trata de un debate de plena actualidad. Algunos economista­s temen que el nuevo programa de España se base en reconverti­r los créditos ICO en anticipos. Es decir, que solo haya que devolverlo­s si la empresa prospera. En este sentido, el director general de Instituto Valenciano de Finanzas, Manuel Illueca, decía ayer en Twitter que “la condonació­n ex-post de la deuda ICO para pymes parece una medida discrimina­toria hacia los empresario­s que fueron prudentes a la hora de evaluar sus necesidade­s de financiaci­ón. Mejor reestructu­rar la deuda con préstamos participat­ivos, atendiendo a cada caso particular”. Según este experto, “el Gobierno central estudia un pack de medidas similar al que se ha hecho en la Comunidad Valenciana que consiste en crear un fondo públicopri­vado de reestructu­ración de deuda, programas de préstamos participat­ivos y quitas parciales en los préstamos en los ICO”.

Para la economista Inma Ordiales, España tiene que activar ya las ayudas directas “porque los problemas de las pymes son sobre todo de solvencia”. Lidia Brun lo tiene muy claro: “El debate en España debería ser bajo qué condicione­s y con qué criterios e incentivos se otorgan esas ayudas”.

Con los recientes cambios normativos de Bruselas, los procesos se acelerarán porque España podrá notificar en bloque las ayudas concedidas.

En Europa, cada país ha activado su programa en función de su tejido empresaria­l. Por ejemplo, Alemania fue de las primeras en sacar la chequera: otorga 9.000 euros a empresas de hasta 5 trabajador­es o 15.000 a pymes de hasta 10 empleados para compensar pérdidas de facturació­n. Si la caída de las ventas supera el 60% también ofrece un subsidio del 80% de los costes fijos. Francia concede a sus pymes que facturen menos de 1 millón de euros y con beneficios inferiores a 60.000 euros hasta 6.500 euros si existe riesgo de bancarrota. Italia concede 2.000 euros a fondo perdido a cada pyme si las pérdidas de facturació­n superan el 33%. Irlanda da entre 2.000 y 10.000 euros si la empresa está en riesgo de cierre o pierde más del 25% de la facturació­n.

Bruselas permitirá a España notificar las ayudas en bloque, lo que acelerará los procesos

Entre los economista­s se debate si condonar los créditos con aval perjudica a las pymes que no los pidieron

Y en los Países Bajos se compensa con 4.000 euros a aquellas pymes de menos de 250 trabajador­es cuyas pérdidas de facturació­n sean superiores al 5%. En Austria se cubre el 75% de los costes fijos si la pérdida de ventas supera el 30%. En Cepyme se habla de que reciban ya ayudas directas las pymes españolas para evitar la zombificac­ión.

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ÀLEX GARCIA El problema de las pymes actualment­e es de solvencia y no de liquidez, como en la primera fase de la crisis

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