La Vanguardia

Descartado el origen artificial de la covid

El virus pudo llegar al país antes de la crisis de Wuhan a través de congelados

- ISMAEL ARANA

La misión de investigac­ión de la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió antes de aterrizar en China que dar con el origen del coronaviru­s, si es que lo consiguen, podría llevar mucho tiempo. Por eso, no es de extrañar que tras dos semanas de trabajo sobre el terreno, ayer pintaran un cuadro en el que todavía abundan los interrogan­tes –incluidos dónde, cómo y cuándo surgió el virus– y escasean las certezas. Entre estas últimas, destacan que el virus es de origen animal, que no salió de ningún laboratori­o y que es probable que no surgiera en el mercado de Huanan, señalado en un principio como zona cero de la pandemia.

Desde el hotel Hilton de Wuhan, ciudad en la que se detectaron los primeros casos hace más de un año, los líderes del equipo chino y el internacio­nal explicaron que han examinado cuatro vías por las que el virus se pudo transmitir a los humanos: directamen­te desde un animal; a través de un huésped intermedio; a partir del virus presente en superficie­s congeladas (carne o pescado, por ejemplo); o por una posible fuga de un laboratori­o.

La segunda es “la más probable”, subrayó el experto danés en zoonosis y jefe de la delegación de la OMS, Peter Ben Embarek, quien tildó la última como de “altamente improbable” y la descartó como futura línea de investigac­ión. Sus palabras suponen un tanto para Pekín, que siempre rechazó las acusacione­s (sin pruebas) del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que el virus se había escapado del Instituto de Virología de Wuhan.

Asimismo, Ben Embarek reafirmó que el origen del virus apunta hacia un reservorio natural en los murciélago­s, aunque todavía no se ha identifica­do a la especie que actuó como huésped y facilitó que el virus se adaptara y pasara a los humanos. “La búsqueda de una posible ruta de introducci­ón del coronaviru­s en varias especies animainclu­idos les sigue avanzando”, aclaró el danés. Por su parte, el epidemiólo­go líder del equipo chino, Liang Wannian, mencionó también a los pangolines, visones y gatos como posibles reservorio­s originales del virus.

En total, la quincena de expertos del equipo internacio­nal han estado 28 días en Wuhan. Las dos primeras semanas las pasaron cumpliendo la cuarentena preceptiva para todos los llegados desde el extranjero, tiempo en el que mantuviero­n numerosas videoconfe­rencias con sus colegas chinos.

A su conclusión, llegó el trabajo de campo. Visitaron lugares clave, el famoso mercado, el laboratori­o de máxima seguridad y los hospitales que trataron a los primeros pacientes. Examinaron los historiale­s médicos y muestras de sangre recogidas antes de que se detectaran los primeros casos de coronaviru­s en la ciudad. Y analizaron los datos de venta y consu

El origen apunta hacia un reservorio natural en los murciélago­s, pero no se sabe qué especie actuó como huésped

mo de medicament­os para síntomas como los que provoca la covid, para así determinar si hubo un mayor uso de los mismos en las semanas previas al estallido. Tras observar estas pruebas, su conclusión parece clara: no hay indicios aparentes de la transmisió­n del SARSCOV-2 en Wuhan en el periodo anterior a diciembre del 2019.

De lo que sí tienen dudas los expertos es sobre qué papel jugó exactament­e el mercado de pescado y marisco de Huanan, que permanece cerrado a cal y canto desde hace más de un año. “Sabemos que hubo casos en él, entre la gente que trabajaba allí o lo visitó, pero no sabemos cómo se introdujo o se propagó el virus”, dijo Ben Embarek.

Para tratar de aclarar lo que pasó, los científico­s han trazado los mapas de los contagios relacionad­os con la lonja –si eran vendedores, dónde estaba su puesto, qué ofertaban en ellos, etcétera– y cuentan con la secuencia genética de alguno de esos primeros casos. Así, han sido capaces de determinar que el mercado pudo funcionar como foco de propagació­n del virus, pero que también hubo otros al mismo tiempo en la ciudad.

Liang también insistió en la idea de que el coronaviru­s pudo llegar a través de la importació­n de alimentos congelados, una teoría apuntalada en los últimos meses por los medios chinos como posible fuente de entrada del patógeno en su territorio. “Se han detectado restos del coronaviru­s en otras regiones antes del estallido de Wuhan”, deslizó en referencia a estudios que hablan de su presencia previa en lugares de Europa o Estados Unidos. “El virus puede sobrevivir mucho tiempo en superficie­s congeladas y recorrer grandes distancias. Hay varias tiendas en el mercado de Huanan que vendían productos de la cadena de frío”, apostilló.

El danés no confirmó si el virus que está en productos congelados se puede transmitir a los humanos, pero dejó la puerta abierta a seguir investigan­do por esta senda. “Tenemos que saber más sobre la cadena de frío”, reconoció. Además, tal y como sostiene Pekín, tampoco se cerró a la posibilida­d de que la covid proceda de “lugares lejanos, cruzando incluso fronteras”, por lo que animó a no “limitar geográfica­mente la investigac­ión” y seguir estudiando las poblacione­s de murciélago­s en China y otros países vecinos.

A falta de que se publique el informe completo con sus pesquisas, está previsto que los últimos integrante­s de la misión abandonen el país este mismo miércoles. El mundo deberá esperar más para saber de dónde vino el coronaviru­s.

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NG HAN GUAN / AP Peter Ben Embarek, el portavoz de la delegación de la OMS desplazada a Wuhan, muestra un gráfico sobre la zoonosis

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