El oasis cultural español
Cuando la escritora francesa Marion Brunet participó hace escasos días en el Bcnegra no daba crédito. Se encontró una Barcelona con cines abiertos, espectáculos en los teatros, exposiciones, museos, conciertos… y como una sedienta agonizante en el desierto, empezó a absorber cultura por todos los poros de la piel. Incluso vio alguna película francesa que todavía no se ha podido estrenar en su país. Cuando se lo contó a su colega Sandrine Destombes, que participó vía streaming en el festival, la exitosa escritora de novela negra lamentó haberse quedado en casa. No sospechaban que España, un país que no se ha caracterizado por ser precisamente uno de los principales escaparates culturales de Europa, resistiera en época de pandemia como el reducto galo de Astérix frente a los romanos.
El oasis cultural español es un hecho. Cierto que en algunos sectores, como el del teatro, sea casi un espejismo. Pero aunque funcione a medio gas, la llama se mantiene encendida y calienta en una Europa que ha bajado persianas y telones desde la segunda oleada. Ahora Italia empieza a abrir museos en casi todo el país, pero la demás oferta cultural sigue cerrada. Ese Spain is different parece constatarse una vez más. El lema “la cultura es segura” ha calado hondo y se ha mostrado cierto. Y está proyectando una nueva imagen de España que causa cierta admiración en los sectores culturales del resto de Europa. Aún así, todavía quedan importantes asignaturas pendientes, como ese estatuto del artista, esa consideración de bien esencial que a las primeras de cambio se deshincha o ese escuálido presupuesto que no llega al 2% del presupuesto catalán. A pesar de las ayudas (ahora la Generalitat presenta los primeros paquetes del 2021), las administraciones españolas no pagan tantas facturas de inactividad como otros países. Y el sector intenta salir a flote como puede, con el apoyo, eso sí, de los espectadores que les están secundando llenando salas. Como suelen decir los artistas, “sin el público no somos nadie”. Y su presencia es el gran éxito en tiempos de pandemia.