Vivir en el alambre
El Barça ha marcado en la recta final de sus siete últimos partidos
Los partidos no acaban hasta que pita el árbitro y últimamente los del Barcelona no suelen finalizar sin que los blaugrana anoten un gol decisivo en la recta final. Cuando parece que el tiempo se agota y ya no queda margen, aparecen los de Koeman para marcar uno de esos goles sobre la hora que dejan al rival KO, sin posibilidad de reacción. Como un triple sobre la bocina, un golpe de riñón en un sprint ciclista o un adelantamiento en la última curva de un Gran Premio.
No ha pasado ni una ni dos veces esta temporada. En los últimos siete partidos antes de la ida de la semifinal de Copa de esta noche ante el Sevilla, el Barça ha visto puerta a partir del minuto 75. Tiene un idilio con el último cuarto de hora. Los barcelonistas se muestran cómodos en el alambre, no se rinden ni se conforman. Sacan petróleo cuando transitan por la cornisa. En esos instantes en que otros ya saborean el marcador, obtienen el premio a su ambición.
Es justo lo contrario a ganar sin bajar del autobús. Es marcar cuando el rival empieza a tener la cabeza en la ducha. Eso sí, de esos siete partidos solo se les ha escapado uno, el primero, la final de la Supercopa de España. Entonces Griezmann puso por delante al Barcelona en el 77 pero Villalibre empató en el 90 para forzar la prórroga, donde Williams mandó el balón a la escuadra.
Contra el Cornellà, fueron Dembélé y Braithwaite los que marcaron al principio y al final de la prórroga. En Elx, Riqui Puig hizo el gol de la tranquilidad en el 89 (0-2). Frente al Rayo, De Jong culminaba la remontada en el 80 (1-2). Y el propio Griezmann se vengó del Athletic en la Liga con un gol a falta de un cuarto de hora (2-1) que ya no pudo ser replicado. El colmo llegó en Granada, donde se estrellaron en Escandell durante 87 minutos para después marcar cinco goles a lo loco: 88, 90+2, 100, 108 y 113. El domingo en el Villamarín le tocó a Trincão cambiar el panorama cuando el reloj agonizaba (87).
En Italia se le llama zona Cesarini, en el Real Madrid son los minutos Ramos y en el Camp Nou los goles in extremis remiten al cabezazo de Bakero en Kaiserslautern en la Copa de Europa de 1992 y al disparo de Iniesta a la escuadra de Stamford Bridge que valió el pase a la final de la Champions del 2009. Esos goles permanecen en el recuerdo. Ningún partido ha enganchado tanto este curso como el emocionante 3-5 de los cuartos de la Copa. “Después del partido de Granada, muchos culés me dijeron que habían celebrado los goles como hacía tiempo que no pasaba. Es para estar orgulloso de que otra vez los culés vuelvan a vibrar”, sacó pecho Koeman por esa conexión con la afición. “Con tantas bajas y viajes, destacó nuestra mentalidad y carácter. Doy un 10 a este equipo de momento”, felicitó.
Por la idiosincrasia del juego del Barcelona, que desgasta mucho a los rivales con la circulación del balón, normalmente en ese tramo se redondeaban resultados abultados. Pero con Koeman, que ya cambió la historia del club en Europa en una
Con Koeman 20 de los 72 goles de esta temporada han llegado a partir del minuto 75
El emocionante duelo de cuartos de Copa reenganchó a la afición. “Es para estar orgullosos”, dice el técnico
RONALD KOEMAN
Doy un 10 a este equipo de momento. Con tantas bajas y viajes, destaco la mentalidad y el carácter de los jugadores”
prórroga, más de uno de cada cuatro goles llegan a partir del minuto 75. En total, han sido 20 de las 72 dianas. Ayuda que con una defensa mermada, el equipo va al ataque por convicción y también necesidad.
Hará bien el Sevilla, que sabe mucho de arrebatos, de tomar nota de esos arreones finales del Barça, sobre todo porque la eliminatoria es a doble partido y se decidirá en el Camp Nou el 3 de marzo. Un gol de los visitantes tendría mucho valor y los de Koeman ya han dejado claro que los buscan hasta el final. Por si acaso, la defensa del Sevilla, encabezada por la pareja que forman Koundé y Diego Carlos, no ha encajado ningún gol en sus últimos cinco partidos. Bono no recoge el balón de dentro de su portería desde el 19 de enero en Mendizorroza.
Por su parte, el Barça ha diversificado su peligro y ya son 16 goleadores diferentes. “Es bueno no depender de un jugador solo. Últimamente tenemos más efectividad y así podemos ganar más fácil algunos partidos. Pero siempre hemos sido el equipo que más oportunidades de gol ha creado. Porque tenemos calidad, por tener gente que tiene gol, creatividad, profundidad... jugadores que saben jugar el uno contra uno y, además, tenemos al mejor del mundo”, dijo en referencia a Messi, autor de 37 goles al Sevilla en 40 partidos.