La Vanguardia

Luis Suárez marca y divide

- Joaquín Luna

No hay otra: Luis Suárez está triunfando en el Atlético de Madrid, con 34 años, el culo de plomo y esos autopases que tanto gustan a sus detractore­s. Marca en Madrid y divide en Barcelona, donde los últimos focos de resistenci­a imploran un armisticio.

La salida de Suárez del FC Barcelona es comprensib­le y tenía su lógica pero terminó siendo indigna: llamada telefónica de compromiso y desprecio de un sector de la afición, que prefirió apuntar al uruguayo para “matar” de refilón a Messi.

A diferencia de otros futbolista­s, el uruguayo se merecía un respeto porque se lo había ganado sobre el campo, donde nunca escatimó una carrera. También algo más de cariño del aficionado y el club: tercer goleador en 122 años de historia.

El tiempo pone a todos en su sitio. El Atlético de Madrid goza del pichichi más barato de la historia de Laliga, ¡gentileza de la competenci­a directa! Y el FC Barcelona dispone de Braithwait­e, que cuesta poco y trabaja mucho, argumento menor porque el aficionado ni tiene acciones ni el cargo de gerente.

¡Y eso que estaba acabado! En compensaci­ón al final avinagrado en el Barça de Suárez está el club adecuado en el momento oportuno. ¿Dónde se le han perdido los goles a un uruguayo herido en su orgullo? ¡En el Atlético de Madrid! Ese club inclasific­able: cine de autor para salas de barrio, Madrid me mata con gusto, de vocación subcampeon­es. ¿Cuánto hace que al Barça nadie le compone desde Serrat una canción de amor y desamor como aquel himno antológico de Joaquín Sabina para el centenario colchonero?

Que a Luis Suárez le vayan bien las cosas debería ser motivo de alegría y no de divisiones en el barcelonis­mo, consumado ya el despropósi­to de ayudar a la competenci­a. El resurgir

¿Dónde se le han perdido los goles a un uruguayo despechado? Allí donde le cantan: criminal, criminal...

de Suárez es una bonita historia de fútbol porque recuerda las del boxeo, el único deporte donde las viejas glorias mueren de pie sobre el ring y no forrados de pasta en casonas con piscina.

La fábula tiene incluso letra y música. Naturalmen­te, espantosa, desproporc­ionada y poco edificante. El Frente Atlético, cuya sede social no está en Eton, ha presentado el cántico dedicado a Suárez, de próximo estreno en el Metropolit­ano. La letra es digna de Eurovisión y la música de una taberna de borrachos: “Llega el uruguayo para meter goles/ luchará por nosotros/ échale cojones/carga la pistola, dispara de nuevo/ criminal del área/ Luis el pistolero/ criminal, criminal, criminal.

Y el que quiera poesía, buen gusto y sushi se abstenga del Metropolit­ano, donde manda Simeone y marca el uruguayo.

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