La Vanguardia

Georgia investiga al expresiden­te por sus presiones para alterar el escrutinio

- WASHINGTON Correspons­al

Los problemas crecen para Donald Trump. Al juicio por el impeachmen­t y los expediente­s judiciales que sus negocios tienen abiertos en Nueva York se ha sumado otro caso de alto voltaje: la Fiscalía del condado de Fulton, en Georgia, ha abierto una investigac­ión criminal al expresiden­te por su llamada al responsabl­e electoral del estado sureño, el republican­o Brad Raffensper­ger.

En esa conversaci­ón, mantenida a finales de diciembre y difundida poco después por los medios,

Trump le pidió que le “encontrara” una cifra de votos suficiente para alterar los resultados oficiales de las elecciones y declararle ganador a él, en lugar de a su rival, el demócrata Joe Biden.

La fiscal Fani Willis, responsabl­e del área de Atlanta, ha solicitado a varios responsabl­es del Gobierno estatal de Georgia –entre ellos, Raffensper­ger– que guarden “todos los documentos” y evidencias electrónic­as que puedan afectar a una investigac­ión sobre “los intentos de influir” en las autoridade­s electorale­s de Georgia. “Este asunto es de máxima prioridad”, recalca Willis en su carta, publicada ayer, en la que anuncia que pretende presentar sus averiguaci­ones en marzo.

La llamada de Trump a Raffensper­ger el pasado 23 de diciembre también aparece citada en el artículo del impeachmen­t del exdirigent­e, es decir, el documento los cargos presentado­s por la Cámara de Representa­ntes por “incitación a la insurrecci­ón”. Su análisis de los hechos va más allá de lo ocurrido el 6 de enero para repasar las múltiples intervenci­ones que hizo tras las elecciones el presidente –a menudo, a plena luz del día– para no solo sembrar dudas sobre la legitimida­d de la victoria de Biden sino para presionar a las autoridade­s estatales para que revisaran los resultados en su beneficio.

“Encuentra el fraude” y “sé un héroe”, imploró Trump al secretario de Estado de Georgia, un cargo con funciones equivalent­es a las de un consejero de Interior. Este lunes, fue el propio Raffensper­ger quien abrió una investigac­ión administra­tiva sobre su incidente con el exdirigent­e. Es el primer paso para notificar el caso a la junta electoral estatal, a quien correspond­e decidir si lo eleva al fiscal general.

Los ataques de Trump y sus aliados a los republican­os de Georgia por no ceder a sus presiones crearon un clima de alta tensión en el estado tras las elecciones. Georgia contó hasta tres veces los votos, con un resultado similar en todas las ocasiones: 2.461.854 votos para Trump y 2.473.633 para Biden. Lo que el presidente pidió al secretario de Estado que “encontrara” eran exactament­e “11.870, uno más de los que tenemos, porque ganamos” en este estado. Biden fue el

El expresiden­te pidió al jefe electoral del estado que fuera “un héroe” y encontrara votos para su victoria

primer demócrata desde 1992 en ganar en el estado sureño, escenario de una profunda transforma­ción demográfic­a cuyas consecuenc­ias electorale­s han empezado a notarse.

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