¡No lo vuelvas a pintar!
El lunes, los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Barcelona taparon con una capa de pintura el grafiti que Roc Blackblock había pintado el día antes en el parque de las Tres Xemeneies, junto al Paral·lel. No duró ni veinticuatro horas. Afortunadamente, las fotografías que se hicieron permiten saber cómo era. Se veía la cabeza del monarca emérito, con un papel en la frente donde se leía “ladrón” y cinco flechas con los colores de la república española clavadas a ambos lados. En torno a la real testa, frases como “hijo putativo de dictador”, “asesino de elefantes”, “parásitos”, “chorizo” y “libertad Pablo Hasél”.
Como a estas alturas sabe cualquiera que no haya vivido en Marte estos últimos días, en cuanto se supo que lo habían censurado, el escándalo fue tremendo. La pared donde se hizo la magna obra es una de las autorizadas para pintadas de ese tipo. De entrada todo el mundo se lavaba las manos. ¿Quién había dado la orden? ¿Los operarios de la limpieza actuaron siguiendo instrucciones de la siempre inefable Guardia Urbana? Vete tú a saber si sacaremos algún día algo en claro. La alcaldesa Ada Colau hizo un tuit para mostrar su sorpresa: “Ayer reconocimos una actuación errónea de la administración municipal, cuando supimos que se había borrado un mural a favor de la libertad de expresión. Hoy hemos reiterado las disculpas al artista y hemos acordado restaurarlo lo antes posible”.
El concejal de Derechos de Ciudadanía y Participación Ciudadana, Marc Serra (no confundir con el periodista de RAC1), también deslizó su dedo tuitero: “Cuando una cosa se ha hecho mal no solo hay que disculparse sino repararlo. Por eso hemos hablado con Roc Blackblock y la entidad que gestiona los muros libres, Rebobinart, para que vuelva a pintarse el mural. Esperamos que pueda ser pronto. El Ayuntamiento se hará cargo de los gastos. Y todo eso servirá para revisar los protocolos de actuación y evitar que vuelva a pasar. La única que tiene que salir beneficiada de esta polémica es la libertad de expresión”.
Los medios de comunicación dicen que el artista se lo está pensando y todavía no ha decidido si lo volverá a pintar. No lo hagas, Blackblock. Si aceptas, te rindes a su juego y los ayudas a blanquearse, que se dice ahora. Ya tenemos las fotos. Ahora, el mural censurado es una denuncia mucho más evidente. Además, si lo vuelves a pintar, los ñiñiñí dirán que el primero era mucho mejor, dónde vas a parar.
En cuanto se supo que lo habían censurado, el escándalo fue tremendo