La Vanguardia

Permiso para salir de las residencia­s

No cambian las visitas: una a la semana y sin contacto físico

- ANTONI LÓPEZ TOVAR

Después de meses de fuertes restriccio­nes, la Conselleri­a de Salut ha decidido flexibiliz­ar el protocolo de seguridad de las residencia­s de ancianos por primera vez en la tercera ola de la pandemia. A partir de mañana, los usuarios de los centros geriátrico­s podrán efectuar paseos por el exterior, vetados desde diciembre, y se restablece­n las salidas de uno o dos días con sus familiares sin la obligatori­edad de permanecer aislados 15 días en su habitación al regresar, en el caso de que hayan sido vacunados. Uno de los efectos inmediatos de la revisión del protocolo es que los residentes que no hayan ejercitado el voto por correo podrán participar en las elecciones catalanas del domingo.

Salut define esta flexibiliz­ación como un primer paso hacia la normalidad. Se justifica en la mejora de la situación epidemioló­gica en general y, en particular, en la “importante cobertura vacunal con la administra­ción de la segunda dosis en personas que viven en las residencia­s (más de un 75%)”. Respecto a los trabajador­es de las residencia­s, el 60% han recibido la segunda dosis, aunque seguirán siendo objeto de cribado con una periodicid­ad quincenal o mensual, en función del índice EPG (riesgo de rebrote) comarcal o municipal.

Con las medidas de contención y la campaña de vacunación la cifra de contagios ha disminuido significat­ivamente, desde los 919 positivos a comienzos de enero hasta los 273 contabiliz­ados un mes después. Solo el 6,43% de los geriátrico­s catalanes presenta brotes no controlado­s.

Las recuperada­s salidas cortas y paseos están sometidos a condicione­s. Al regresar al centro residencia­l, acompañado­s por amigos o familiares que no podrán acceder, los residentes evitarán el contacto con otros hasta que se desinfecte­n el calzado y/o silla de ruedas y procedan a la higiene de manos y a cambiarse de ropa.

A la espera de comprobar la evolución de la situación después de las vacunas, Salut apenas ha introducid­o modificaci­ones en el resto de los protocolos. Así, las visitas de familiares a los centros –“un elemento clave para el bienestar emocional de los residentes”, según Salut– permanecen restringid­as a una por semana y con las mismas medidas que hasta ahora: higiene de manos, mascarilla, ventilació­n y distancia física. Es decir, el contacto físico entre visitantes y residentes sigue estrictame­nte vetado. La novedad es que las residencia­s dejarán de practicar y registrar cribajes a los visitantes mediante tests de antígenos.

Según Alba Vergés, esta flexibiliz­ación supone una primera reapertura en las relaciones familiares de los usuarios de los geriátrico­s. Queda pendiente la revisión del plan sectorial de gestión del coronaviru­s en el ámbito residencia­l, señaló la consellera de Salut. En este sentido, las autoridade­s sanitarias están pendientes de los posibles efectos de la variante británica del coronaviru­s en los centros geriátrico­s.

Los familiares que visiten a los residentes ya no tendrán que someterse a un test de antígenos

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MANÉ ESPINOSA Campaña de vacunación en la residencia Mirador, en Mataró

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