Quiéranlos, por favor

La falta de afecto está en la base de la mayoría de los trastornos del comportamiento, lo dicen psicólogos y terapeutas, o sea, la ciencia, y lo respalda la evidencia cotidiana. Las consecuencias del déficit de cariño se arrastran cual una losa, por eso hoy, y a dos días del 14 de febrero, que además de cita electoral es San Valentín, yo les digo: quiéranlos, a nuestros candidatos en particular y políticos en general, a ver si les mejora el carácter a ellos y de paso nos quieren un poco a nosotros, que también nos va haciendo falta.

Los Beatles cantaban que todo lo que necesitamos es amor y el mundo parecía más luminoso. Podría obsequiarles con un montón de citas sobre cómo la fuerza del cariño mueve montañas, pero para eso está Google y además de lo que se trata ahora mismo es de que muevan papeletas. Pero ¿qué pasa cuando las encuestas muestran una y otra vez que los políticos se encuentran entre los segmentos, por así llamarlos, peor valorados por la sociedad? ¿Cómo afecta a su personal persona y personalidad saber que serían los últimos a los que invitaríamos a cenar a casa, en caso de que se pudiera? Sin duda debe de ser muy duro para ellos. Supongo.

También puede pasar que se hayan acostumbrado a cenar, desayunar y hasta merendar dentro del gremio. Yo misma solo hablo con Alexa y si eso con Siri, no vaya a ser que si me relaciono con personas se me pegue algo de humanidad. Eso es, pegarse, no en el sentido de palos, que eso lo estamos viendo todos los días dialécticamente hablando, sino que se les pegara algo del otro, eso que venimos llamando empatía. Claro que también se me ocurre que puede suceder lo contrario, que en realidad se quieran muchísimo, a sí mismos, pero ¿eso es amor?

Dijo en cierta ocasión Jeanpaul Sartre: “Trata de amar al prójimo, ya me dirás el resultado”. En realidad no sé si lo dijo, pero dicen que lo hizo, los de las citas, que al final he caído. Pues bien, en vísperas del San Valentín electoral, yo les diría a nuestros candidatos/as: quiérannos un poco, igual hasta es recíproco.

Recordemos que el 14 de febrero es también San Valentín