Enero ha sido el mes más mortal de la covid en Catalunya desde abril
El balance de fallecidos en toda la pandemia ya supera los 20.000
Catalunya superó ayer las 20.000 muertes por covid (20.020 o 20.027, según las gráficas del Departament de Salut que se miren). La cifra habría sido impensable al inicio de la epidemia (los primeros escenarios, que no la preveían tan larga, indicaban un máximo de 13.000). La tercera ola ha hecho subir el balance, pues el mes con más decesos desde abril ha sido enero, pese al inicio de la vacunación. Esta seguramente se notará en adelante en un descenso de la mortalidad.
Las cifras de la primera ola no se pueden comparar. En marzo hubo 3.696 muertes y en abril 7.420, según los datos de Salut, que cuenta los óbitos atribuidos a la covid en el certificado de defunción (por médicos, con o sin pruebas previas del virus). Este enero hubo 2.107 fallecidos por el virus. Noviembre, que concentró la mayor mortalidad de la segunda ola, contó 1.815. Así que la tercera ola ha sido más mortífera, con 300 decesos más en las peores semanas. Este febrero, pasan del medio millar los fallecidos (véase el gráfico adjunto).
El secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, decía anteayer que las cifras pueden ser frías, pero se ha registrado una media de 400 muertes semanales en toda la epidemia, un impacto que no hay que olvidar. Y que, apuntó, seguramente se traducirá en una reducción de la esperanza de vida de entre 0,9 y 1,5 años. Este descenso solo se ha dado en España en el último siglo por la pandemia de gripe de 1918-20 y por la Guerra Civil (1936-39).
Argimon recordó que, aparte de las 20.000 muertes causadas por el virus, hay muchas personas con enfermedades graves a las que se han retrasado diagnósticos y tratamientos y, aunque en el 2020 podría parecer que ha bajado la mortalidad por estas causas, repuntará porque los casos graves siguen ahí. Igualmente, si se observa la gráfica del sistema español de monitorización de la mortalidad (Momo), este 2021 parece que no hay exceso de mortalidad sobre la esperable, pero porque se podría decir que la covid llena la franja de defunciones atribuida otros inviernos a la gripe.
Han fallecido por covid casi idéntico número de hombres que de mujeres (10.025/10.002). Y, la gran mayoría de muertes, más del 70%, son de mayores de 80 años, aunque la mortalidad ya ha sido considerable a partir de los 59.
Más de la mitad de defunciones, 12.515, ocurrieron en centros sanitarios y sociosanitarios, 4.530 en residencias (pero hay residentes que pudieron fallecer en hospitales) y 1.110 en domicilios. El resto no se han podido clasificar.
La letalidad del virus es difícil de estimar. Si se tiene en cuenta que Salut computa 3,3 millones de casos de covid (confirmados o que un médico diagnosticó sin una PCR o un test), la letalidad de la epidemia en Catalunya sería solo del 0,6%. Si se calcula sobre casos confirmados (hasta ayer, 529.097), es del 3,78%.
También varía la tasa si se calcula según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad, que solo cuenta casos y muertes confirmadas con pruebas de la covid. De 63.700 muertes hasta el miércoles en España, atribuía 9.736 a Catalunya, lo que situaría la letalidad en 1,81 (sobre 537.456 casos). Según Sanidad, es la segunda comunidad con más casos y muertes tras Madrid (553.202 casos, 13.080 muertes y una letalidad del 2,3%). La letalidad media de España es de 2,1%. Pero ya se sabe que en toda la epidemia ha habido discrepancias en cómo se computan casos y muertes. La Comunidad de Madrid atribuye 21.693 defunciones a la covid, con una letalidad de 3,81% sobre 568.414 casos confirmados hasta el miércoles. Son 1.673 muertes más que en Catalunya, con 900.000 habitantes menos. Porque otra forma de analizar la mortalidad podría ser por la tasa de población.
El de muertes es el último pico que se pasa en las olas epidémicas y este febrero aún es alto, 50 o 60 óbitos diarios en Catalunya. Ayer se notificaron 114 pero seguramente son de más de un día. En los datos de Salut se observa este mes un descenso a la mitad de defunciones de residentes, que se podría relacionar con la caída de infecciones en los geriátricos por la inmunización que da la vacuna. Esto marca una nueva tendencia positiva.
El 70% de los fallecidos tiene más de 80 años y el número total apenas varía por sexos