El Ayuntamiento prevé disponer de 2.000 viviendas en Gràcia
El Ayuntamiento de Barcelona prevé disponer en los próximos años de 2.000 nuevas viviendas de protección oficial en el casco antiguo del distrito de Gràcia a través de diferentes vías mediante su propuesta de Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM), aprobada inicialmente por comisión de gobierno del Consistorio, que también busca “blindar” el patrimonio del distrito.
La modificación, que ahora tiene que recibir el visto bueno de la Generalitat y que presentó ayer el gobierno local, contempla que en el caso de Gràcia la reserva del 30% de vivienda protegida se haga en nuevas construcciones de 400 metros cuadrados y no de 600, como marca la actual normativa. También restringe el uso de vivienda en las plantas bajas y las condiciona a que sean protegidas y plantea calificar de viviendas sociales las remontas no consolidadas. Además, solo admitirá la subdivisión de las viviendas de 160 metros cuadrados siempre y cuando los nuevos pisos se destinen a un uso social. “Estamos todavía lejos de los objetivos marcados”, manifestó la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, que calificó estas actuaciones de “quirúrgicas”.
La modificación aprobada por el ejecutivo sociocomún se basa en el nuevo catálogo patrimonial que se aprobó en el pasado pleno de diciembre y que hace que el número de fincas protegidas de todo el distrito sea de un total de 1.026, el doble de las que había hasta ese momento. Una ampliación del catálogo que se llevó a cabo después de la polémica de las casitas de la Encarnació, que el Ayuntaimiento compró después de las protestas vecinales por el hecho de que se fueran a erigir viviendas (tal y como previamente había aprobado el Consistorio). En este sentido, el planeamiento municipal incide en la protección del patrimonio, empezando por numerosas fachadas.
El nuevo planeamiento también define como ejes de actividad las vías con más locales activos en sus plantas bajas, como por ejemplo la calle Astúries. En estos ejes el plan prevé usos comerciales, terciarios y servicios (aquí no admite el uso de vivienda en planta baja). Por lo que respecta a la movilidad se quiere adaptar todas las calles al uso de la bicicleta y que estas se puedan aparcar sin que originen conflictos con los peatones. En lo que se refiere al verde, la propuesta protege las zonas existentes actuales y las consolida y marca además una serie de estándares ambientales.