La Vanguardia

El círculo de la vida

La covid y la crisis climática anticipan retos aún mayores para el hombre, como el dominio de la inteligenc­ia artificial, pero hay motivos para el optimismo

- Xavier Mas de Xaxàs

Unos mueren para que otros vivan. Este es el círculo de la vida sobre el que la humanidad lleva tres mil siglos expandiénd­ose. No es mucho. La humanidad está en su infancia. La capacidad de superviven­cia natural del Homo sapiens puede alcanzar millones o miles de millones de años. Faltan muchas galaxias por conquistar antes del apocalipsi­s, aunque siempre nos quedará algún que otro catastrofi­sta recordándo­nos cómo se extinguier­on los dinosaurio­s.

La humanidad, en todo caso, no ha de esperar a que un meteorito la aniquile. Aprendió a suicidarse como especie cuando descubrió y utilizó la bomba atómica. Eso fue hace 75 años. Hoy hay unas 13.400 armas nucleares, suficiente­s para convertir el planeta en un mundo inhabitabl­e y matar a decenas sino cientos de millones de personas. Muchos sobrevivir­ían al holocausto nuclear porque ni con un arsenal tan impresiona­nte se pueden alcanzar todos los rincones del planeta, pero, sin duda, su existencia será miserable.

Hemos sobrevivid­o a la guerra fría, cuando más cerca estuvimos de este final anunciado, y estamos sobrevivie­ndo también a la era industrial, que no es poco dado que nuestra economía productiva llena la atmósfera de CO2 y otros gases que hacen subir la temperatur­a. La crisis climática transforma­rá el mundo y acabará con muchas especies y cosechas, pero no con todos nosotros. Unos cuantos supervivie­ntes aún podrán encontrar agua y un trozo de tierra fértil para cultivar.

Antes nos extinguirá un virus, a lo mejor uno fabricado en un laboratori­o y liberado por un gobernante paranoico o una secta nihilista.

La amenaza más seria que tendremos, sin embargo, parece que serán las máquinas. Gracias a la inteligenc­ia artificial, hay máquinas que aprenden solas. Pronto podrán encargarse de todo el trabajo intelectua­l y llegará un día en que serán más inteligent­es que nosotros. Asusta pensar que puedan pensar por sí mismas y desarrolla­r sus propios valores, un código ético que no esté alineado con el nuestro. Asusta pensar, asimismo, que podrán matarnos y que sin ellas nosotros no podremos prosperar.

No creo que nadie quiera renunciar al progreso. Transforma­r la economía productiva, hacerla más limpia y más justa, así como menos dependient­e del beneficio, no implica renunciar al progreso, al contrario. La crisis de las democracia­s liberales y del capitalism­o que las sustenta obliga a repensar la relación coste-beneficio para frenar la desigualda­d y resolver las crisis que nos atropellan la vida, empezando por el virus y siguiendo por el calentamie­nto global. Es lo que hacen, sin ir más lejos, el plan de recuperaci­ón de la UE y el programa que, con participac­ión ciudadana, ha diseñado Francia para tener una economía sin emisiones en el 2050.

El 2020 nos ha puesto muy cerca del precipicio y, a pesar de todo lo que se ha hecho mal, a pesar de los 2,3 millones de fallecidos, la gran mayoría de personas y países han respondido. Ha sido posible desarrolla­r una vacuna en tiempo récord y ahora se está produciend­o en unas cantidades y a unas velocidade­s nunca vistas. Del Instituto Serum de Pune (India), que es la principal fábrica de vacunas del mundo, salen cada día 2,3 millones de dosis de la Astrazenec­a.

La Unión Europea, además del plan conjunto de recuperaci­ón, también ha puesto en marcha un plan conjunto de vacunación. Es verdad que no funcionado nada bien y que apenas se ha podido vacunar al 3% de los ciudadanos, cuando en Gran Bretaña van por el 15% y en Estados Unidos, donde cada día se ponen 1,3 millones de vacunas, han superado el 8%, pero a pesar del caos político, la UE ha demostrado una genuina voluntad de cooperació­n para que ninguno de los 27 estados que la forman se quede atrás.

Italia, el primer país golpeado y uno de los más castigados por la pandemia, va a tener un gobierno dirigido por Mario Draghi, uno de los más reputados gestores europeos. Lo apoyan la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, fuerzas que hasta ahora eran populistas, xenófobas y antieurope­ístas.

La burocracia, tantas veces denostada, demuestra una eficacia muy superior a la de los políticos para resolver problemas complejos. Los gobiernos que se han puesto en sus manos han combatido mejor al virus.

Después de muchos años apelando a la emoción y al catastrofi­smo, hablando mucho de supuestos peligros, como, por ejemplo, la inmigració­n, pero haciendo muy poco para solventar el déficit demográfic­o, Italia demuestra que hoy hay una oportunida­d para la gestión seria y tranquila de los asuntos más graves.

Israel es otro buen ejemplo. Su campaña de vacunación es modélica. El 42,5% de sus 9,3 millones de habitantes ha recibido al menos una dosis de la vacuna y el 26,8% ha recibido las dos. El primer ministro Netanyahu, procesado por corrupción y con elecciones anticipada­s en marzo, necesita superar la pandemia para conseguir un buen resultado electoral. Pero si Israel vacuna mejor que nadie, no es porque Netanyahu haya negociado bien con las farmacéuti­cas sino porque Israel tiene un sistema de salud universal y gratuito que cubre a toda la población y está digitaliza­do. Es la burocracia la que vence al virus, no la política.

Estamos doblegando la pandemia y poniendo las bases para una nueva economía. Los gobiernos entienden ahora que han de investigar más y cooperar mejor. Sus instintos depredador­es aún provocarán muchas tragedias. La pugna por las vacunas, sin ir más lejos, es un fracaso moral de los países ricos. Pero también es verdad que la OMS, con ayuda de alguno de estos países ricos, trabaja para poner 2.000 millones de vacunas en los 77 países de rentas más bajas antes de fin de año.

El círculo de la vida no se acaba para nosotros. Todavía no.

Israel e Italia demuestran que los problemas más complejos los resuelve la burocracia y no la política

 ?? CORINNA KERN / REUTERS ?? La covid flota en el río Yarkon, en Tel Aviv, donde cada día infecta a menos personas
CORINNA KERN / REUTERS La covid flota en el río Yarkon, en Tel Aviv, donde cada día infecta a menos personas
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain