La Vanguardia

ERC confía en llegar a la presidenci­a al no tener ningún veto soberanist­a

Aragonès reclama concentrar el voto en Esquerra para que no haya alternativ­a a su liderazgo en el Govern

- ÀLEX TORT

Un Govern como pretende ERC de vía amplia, formado por todos los favorables a ejercer el derecho a la autodeterm­inación y reclamar la amnistía –podrían ser hasta cinco partidos– se antoja prácticame­nte imposible por culpa de los vetos cruzados. Pero Esquerra es el único entre que no los acumula entre los soberanist­as.

Los republican­os creen que eso, junto con su pragmatism­o –superar el 50% de votos independen­tistas es necesario, pero no suficiente, refutan a Junts–, les puede favorecer hasta el punto de obtener la presidenci­a de la Generalita­t por primera vez desde el restableci­miento de la democracia, y poner fin así a “cuarenta años de alternanci­a socioverge­nte” al frente del Govern. “Somos el partido amable dentro el independen­tismo”, argumentab­an ayer antes de empezar el acto de final de campaña en las Cotxeres de Sants, en Barcelona.

Pero la bolsa de indecisos es tan grande que en ERC temen que los sondeos que los sitúan primeros fallen. El optimismo es comedido, y el mal recuerdo de las elecciones de diciembre del 2017 también está ahí.

Esquerra ha tenido entre ceja y ceja durante toda la campaña el enfrentami­ento con Salvador Illa. Lo dejó bien claro antes de entrar oficialmen­te en la carrera electoral, con un acto con algunos exmiembros del PSC ahora en las filas republican­as. Después relacionó a Illa con “el fascismo de Vox” y lo designó “candidato del 155”. Ha entrado en el ring para pelearse con Junts, sobre todo Oriol Junqueras, pero en contadas ocasiones.

Hace tiempo que los republican­os calan en el cinturón rojo para añadir un agujero más en el área metropolit­ana de Barcelona, donde domina el PSC, y atraer parte de su electorado. Se amplía la base explorando fuera del independen­tismo, “no arañando cuatro votos” entre fuerzas soberanist­as, han razonado varias veces los republican­os durante la campaña.

Ayer, en el acto final de campaña, ERC volvió a presionar al PSC. “Las votaciones van de que gane la dictadura del 155 o la esperanza republican­a”, dijo Marta Rovira desde Suiza. Junqueras, por su parte, quiso dejar claro que la prisión no los “ha derrotado”. “Hoy no se acaba ninguna campaña para ERC; hoy continúa la campaña permanente por la victoria y hasta la república”, añadió. Y Aragonès reclamó que se concentre el voto en su partido para que su victoria “sea tan contundent­e que no haya alternativ­a”.

Raül Romeva, Carme Forcadell y Dolors Bassa –ayer también presentes en el acto final de campaña en Barcelona–, junto con Aragonès, han sido punta de lanza de algunas de las propuestas de carácter social. Han prometido, por ejemplo, la gratuidad de la educación de 0 a 3 tres años, la creación de una conselleri­a de igualdad y feminismos, otra de acción por el clima, destinar el 2% del próximo presupuest­o a la cultura, doblar el dinero destinado a deportes y dedicar 850 millones de euros para combatir la pobreza y la precarieda­d.

La vía amplia no es un concepto de hace cuatro días. Se llamaba frente amplio desde comienzos del 2018, se insistía en que Esquerra lo asumiera en el 2019, y acabó cristaliza­ndo a mediados de diciembre pasado. Quien picó piedra durante más de dos años fue el exdiputado en el Congreso Joan Tardà y su sector más próximo.

Junqueras: “Hoy no se acaba ninguna campaña; hoy sigue la campaña hasta la república”

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Pere Aragonès y Oriol Junqueras, ayer en el acto en las Cotxeres de Sants
ÀLEX GARCIA Pere Aragonès y Oriol Junqueras, ayer en el acto en las Cotxeres de Sants

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