Barbara Sukowa, amor a los 71
La protagonista de ‘Berlin Alexanderplatz’ vuelve al primer plano con ‘Entre nosotras’
Para los amantes del buen cine (y la televisión) su nombre sigue muy vinculado al de Rainer Werner Fassbinder, el temperamental director alemán para quien protagonizó Berlin Alexanderplatz en 1980, que con sus inusuales 13 horas para aquellos tiempos fue una verdadera predecesora de las miniseries de hoy. Cuando el realizador la contrató, ella era una actriz proveniente del teatro que apenas había hecho papeles secundarios en la televisión. Pero Barbara Sukowa logró triunfar. Y ahí sigue, recién cumplidos los 71 años el 2 de febrero.
“Estoy sorprendida de haber podido seguir trabajando hasta ahora”, confiesa la actriz desde su casa en Brooklyn, en Nueva York. “He tenido una vida completa y aún me entusiasmo preguntándome que es lo que vendrá”, dice. Este año será vista en un personaje secundario en la segunda temporada de la serie Servant de Apple TV +. Pero antes Sukowa dará que hablar con su papel protagonista en Entre nosotras, el debut como director del italiano Filippo Meneghetti (41), que rodó en francés, y que se podrá ver en los cines españoles a partir del 19 de febrero. En esta cinta, Sukowa encarna a una lesbiana que tiene una larga relación con el personaje que interpreta la francesa Martine Chevalier, un año mayor que ella. “Si bien tuve mis dudas porque se trataba de un director novato, me intrigó la propuesta de esta historia sobre dos mujeres mayores contada desde la perspectiva de un hombre joven”, admite Sukowa, que aparenta 10 años menos, y agrega: “He visto muchas historias de amor entre mujeres y siempre son jóvenes, bellas y sensuales, lo cual a veces puede ser un elemento provocador para cierto público masculino, pero aquí se trataba de dos mujeres mayores que tienen una larga experiencia en mantener su amor a medida que van pasando los años”.
Sukowa se mudó a Estados Unidos hace casi tres décadas atrás, cuando se enamoró del director Robert Longo, con quien colaboró en su faceta menos conocida de cantante: “Me mudé a Nueva York por un año porque me interesaba trabajar en el teatro y entonces conocí a mi futuro esposo. Me quedé aquí, y aunque siempre trabajé en Alemania, iba y venía todo el tiempo porque mis niños querían vivir en Nueva York. Tenía
La musa de Fassbinder encarna a una lesbiana en la cinta del director novel Filippo Meneghetti
42 años cuando me mudé, por lo que mi formación es totalmente alemana, pero tuve que aprender sobre el sistema educativo y la política local. Fue un gran cambio y todavía hablo el inglés con mucho acento”, dice como pidiendo disculpas.
La actriz señala que el haber tenido tres hijos, uno con Longo, otro con el actor polaco Daniel Olbrychski y el mayor en su matrimonio previo con el actor alemán Hans-michael Rehberg, ayudó a evitar las ansiedades cuando no tenía trabajo: “Si no me llamaban siempre estaban mis hijos para mantenerme ocupada. Y además me resultaba importante poder vivir mi vida, observar a la gente y aprender cosas que luego podía utilizar como actriz”, recuerda.
De su colaboración con Fassbinder dice que nunca olvidará su forma de trabajar, en la que no aceptaba más que una toma por escena, por lo que todo tenía que salir perfecto frente a la cámara y su desinterés por el vestuario y el maquillaje: “Trabajaba con cada actor de una manera diferente. Sabía cómo obtener lo mejor y les trataba en consecuencia. Por eso existen todas esas historias sobre sus maltratos, pero a mi nunca me pasó”, asegura
Fassbinder supo ver el talento y la belleza de Barbara Sukowa y tras Berlin Alexanderplatz la contrató como protagonista de Lola, por la que se llevó el galardón a mejor actriz en el Festival de Munich así como los premios del cine alemán, en los que también triunfó su compañero de elenco Armin Mueller-stahl.
Fassbinder no la llamó para sus siguientes dos películas, que fueron sus últimas, ya que falleció de una sobredosis en junio de 1982, con 37 años. Pero Sukowa continuó brillando de la mano de otros directores geniales, como Margarette von Trotta, para la que trabajó en seis oportunidades, una de ellas Rosa Luxemburg, por la que ganó en Cannes como mejor actriz. O Lars Von Trier, para el que protagonizó Europa en 1991. En los últimos años Sukowa se limitó a hacer papeles más pequeños para producciones de menor envergadura, y nunca desapareció del todo.
Ganó su cuarto premio alemán a mejor actriz en el 2013 por Hannah Arendt, otra película de Von Trotta, y participó en producciones estadounidenses como la serie 12 monos, Gloria Bell –con Julianne Moore, dirigida por el chileno Sebastián Leilo– y Atómica, de David Leitch, en la que trabajó con Charlize Theron.