“Tengo muy poco sentido del ridículo”
Pilar Castro (Madrid, 1970) no ha necesitado de un Goya –aunque ha estado nominada– ni de un papel dramático estelar para constituirse en actriz imprescindible que estrena película al tiempo que la vemos como esposa de narco en una serie y actúa en directo sobre las tablas. Hace de todo y lo hace muy bien. El siguiente paso será presentar la gala de los premios Feroz el próximo 2 de marzo en el Teatro Auditorio Ciudad de Alcobendas, que será retransmitida en directo a través de Youtube. Dice Pilar que le ha costado tiempo sentirse cómoda en su sitio y que ser madre le mostró el significado de lo que es verdaderamente trascendente.
Se acerca la gala de los premios Feroz. ¿Sentirá más o menos nervios que ante un debut de teatro?
¡Uy, esto es mucho más complicado! En una obra te apoyas en un personaje pero aquí eres tú quien habla. Pero me apetece mucho, el texto es muy bueno, las guionistas son excelentes. En otro tiempo hubiese pensado “¿Cómo voy a hacer yo esto?” y ahora pienso en cómo puedo contribuir. Se aplazó la gala a causa de la tercera ola, pero hay que seguir con la vida porque si no, todo es un horror, y está bien premiar a la gente por su talento y su trabajo.
Comenzó en televisión bailando en el programa musical Aplauso. ¿Aún baila?
Me gustaría bailar pero entré más en la interpretación y lo fui dejando. Fue una gran enseñanza. Me sirvió mucho para vencer miedos y me dio una disciplina. Hoy tengo muy poco sentido del ridículo.
Suele decirse que muchos actores son grandes tímidos. ¿Ha sentido vergüenza trabajando?
Yo he sido muy tímida pero en otro sentido, como que creía que no merecía estar donde estaba, que tenía que pedir permiso y si lograba algo, dudaba de si lo merecía. Me quitaba importancia. Y eso lo he tenido que trabajar mucho. El escenario me ha ayudado a sentirme viva y a coger mi sitio. Y sigo aprendiendo, me queda mucho por aprender, pero en el escenario, siento que tengo mi sitio. Por eso hago los Feroz. Además, desde que vivimos con pandemia, relativizo todo mucho más.
¿En qué la afectado personalmente la pandemia?
He perdido a una tía de 74 años de quien no pudimos despedirnos. El confinamiento para mí fue un shock. Al venir de una actividad frenética casi deseaba un parón, pero la incertidumbre me hizo mella: no sabíamos casi nada, ni cómo se contagiaba exactamente, cada día desinfectándolo todo... Tengo un hijo adolescente y me asusté. Llegué a pensar que no podríamos volver a trabajar nunca. Fue un agobio.
¿Y en lo profesional?
Durante el confinamiento del año pasado me quedé con un rodaje a medias que terminé en julio y la película Competencia oficial [en compañía de Antonio Banderas y Penélope Cruz], en la que tengo un papelito pequeño, a punto de comenzarla no pude rodarla hasta septiembre.
Hoy no le faltan proyectos pero siempre hay épocas difíciles. ¿Ha sufrido mucho mirando el teléfono a ver si suena?
Claro. Lo he sufrido cuando no he tenido trabajo y cuando lo he tenido, porque a veces las circunstancias han sido muy locas; te dedicas a una profesión que crees que es artesanal y a veces se va con unas prisas que te olvidas de la actriz que eres. Por otro lado, me dicen “no te quejes, que siempre trabajas”. Pues menos mal, porque entre que la mitad se lo lleva Hacienda y que hay películas para las que he trabajado cinco días… Lo que me ha salvado más es el teatro.
¿Está conforme con las medidas de aforo?
Entiendo que es difícil gestionar esto pero los teatros son seguros. La gente no habla, lleva la mascarilla y hay distancia. Pero es que no compensa hacer una producción para un aforo reducido. Hay muchísimos compañeros sin trabajo. Solo quiero que vacunen a todo el mundo cuanto antes.
Y que los políticos y los obispos no se cuelen.
Bueno, bueno .... ¿Pero qué pedazo de mierda eres para correr a ponértela cuando hay gente muriéndose?
¿Cómo la cambió ser madre?
Relativizas todo, te hace estar menos en ti misma y ser más valiente frente a la vida. Era una parte que necesitaba; me llamó la naturaleza y aunque me dijeron que no podía, pues al final sí. Es lo más importante de mi vida.
Perdió a su padre con 17 años. Si hoy pudiese hablar con él, ¿qué le diría?
Le daría las gracias por haberme transmitido el arte para conjurar mis demonios. Él cantaba y me apuntó al conservatorio, Estoy aquí por él. Y le diría que he logrado tener una familia sana.
¿Cómo evita a los paparazzi?
Porque no soy famosa (risas). Paso desapercibida; llego al set de maquillaje y no me conocen, me pintan y ya aparezco. Y me gusta eso.
La actriz madrileña debutará como presentadora de la gala de los premios Feroz, de cine y televisión, el próximo 2 de marzo