El primer supermercado libre de plásticos
El establecimiento ofrece solo productos con certificación ecológica y un original huerto vertical
El primer supermercado de alimentos ecológicos y libre de plásticos de España abrió ayer sus puertas en el Eixample barcelonés. La apertura de este establecimiento simboliza la capacidad de adaptación del comercio y la aparición de un comprador cada vez más interesado en el consumo responsable y respetuoso con el medio ambiente. El supermercado ofrece un vasto abanico de alimentos, todos ellos con el sello ecológico, y aporta como novedad el hecho de prescindir de forma total y absoluta de los plásticos en todo tipo de envases y embalajes, que son sustituidos por papel, vidrio o derivados orgánicos.
Una iluminación diáfana, la preeminencia de los productos de la huerta y una vistosa y ordenada presentación de la comida a granel componen esta original propuesta comercial, que invita a adentrarse en la tienda de manera relajada.
“Queríamos crear un espacio donde el cliente tuviera la oportunidad de ampliar al máximo las opciones de compra responsable. Todos nuestros productos son ecológicos, pero además queríamos ir más allá dando la opción de adquirir artículos de consumo sin generar residuos”, dice Esteve Domènech, un consumidor de productos bío que decidió ponerse al frente de este negocio (junto con su socio Jordi Vives Roura). Domènech trabajaba en una empresa dedicada a mejorar la información interna que se da al comprador en los supermercados (rótulos, itinerarios…) y decidió crear un supermercado a su gusto. La pandemia y su clima pesimista no desmotivan a este emprendedor.
Detrás hay una potente filosofía a favor de reducir los residuos. “Debemos ser conscientes de la cantidad de plásticos que generamos y del problema ambiental que causan. Son contaminantes, tienen una vida útil muy corta y no se pueden reutilizar; en suma, son muy perjudiciales para el medio”, explica Domènech mientras atiende a los primeros clientes, que se mostraban ayer curiosos y atentos contemplando los rincones de la tienda como quien quiere descifrar una caja de sorpresas (alimentarias).
Para muchos podría parecer que prevenir la generación de plásticos es ir contracorriente, pero este botiguer ve infinitos motivos para hacerlo. “Es necesario que la gente reduzca los desechos. Si compras con menos plásticos y residuos, el día a día es mas fácil; no tienes que preocuparte tanto de la recogida selectiva y no tiene que hacer tantos viajes llevando la basura al contenedor de la calle. Ahorras tiempo”, sentencia.
El súper ofrece envases y envoltorios en cartón, papel o vidrio; y dispone de un surtido amplio de alimentos: vinos, conservas, lácteos, a granel (legumbres, frutos secos, harinas...) y fruta y verdura que se riega por aspersión.
Otra novedad (Linverd, en la calle Provença, 242) es la posibilidad de adquirir lechugas o plantas comestibles cultivadas in situ, en una original plantación vertical, donde se han creado las condiciones idóneas de calor y humedad para su crecimiento. “Esto sí son productos
“Queremos dar la opción al comprador de adquirir sus productos sin generar residuos”
de kilómetro 0 de verdad”, dice sonriente Domènech, que quiere con este ingenioso mueble-nevera lanzar un guiño a quienes creen que es posible comprar en el mismo lugar en donde se ha plantado. Se pueden comprar lechugas, albahaca y otras hierbas sembradas en el Eixample. Y sin levantar los adoquines.
También invita a consumir productos ecológicos, y no solo porque están libres de pesticidas, herbicidas, transgénicos, sustancias químicas y demás, sino porque así se cuida mejor la tierra y se hace más “sana” y fértil .“Un cultivo más respetuoso con los suelos permite absorber y neutralizar másco2y mitigar el cambio climático ”, dice. Si por él fuera, el día de reflexión no solo sería cuando hay elecciones.