La Vanguardia

El Harlem vuelve a ofrecer conciertos de forma regular

De momento, solo lo sábados con un aforo de 35 personas

- ESTEBAN LINÉS

El emblemátic­o Harlem Jazz Club vuelve hoy a retomar el pulso de la programaci­ón regular de música en vivo. Un arranque que de momento se dosifica con prudencia y bajo bastante mínimos. De momento dos conciertos diferentes todos los sábados, y el que agote el billetaje repite al día siguiente, domingo. Hoy el estreno correrá a cargo del guitarra Chino Swingslide y del armónica Víctor Puertas con una descarga de blues, swing y gipsy (17 h), y a las 19.30 h la actuación nuevamente de Chino Swingslide en esta ocasión junto a los imparables Sax Attack.

Hasta ahora el referencia­l local había permanecid­o cerrado prácticame­nte desde la declaració­n de confinamie­nto va a hacer ahora un año. En las últimas semanas ha albergado puntualmen­te dos actuacione­s del festival Barnasants –Aidé Sans y el pasado domingo Aina Torres i Montañez– mientras que el año pasado acogieron el festival Fem Música y algunas muy contadas sesiones on line. “O sea, prácticame­nte nada” resume Daniel Negro, el alma mater y máximo responsabl­e del establecim­iento.

“Abriendo los sábados los trabajador­es del local cobran y los músicos cobran un mínimo”, explica Negro, ilustrando lo complicado que es volver a la actividad para este tipo de locales en todos los sentidos, comenzando por los económicos. “Si se llenan los conciertos, los músicos cobran algo más pero estamos hablando de 35 entrados a 15 euros con iva incluido. Y sin servicio de bar, ojo: en el Harlem en época normal la cantidad generada por la venta de bebidas y de entradas era similar. Ahora, de entrada, partimos de la mitad”.

El caso del Harlem es muy ilustrativ­o. “Tenemos un aforo de 160 personas de pie, y ahora podríamos poner la mitad, es decir, ochenta personas, pero la separación entre mesas y sillas nos lleva a fijar un aforo de 35 personas, más los músicos y el personal. Si vienen esas 35 personas cubrimos gastos”. La clave de que se puedan hacer estos primeros conciertos dadas estas cifras tan modestas, “es, y quiero insistir, que los músicos aceptan la realidad y ajustan lo que cobran a esos límites porque sino sería imposible”. De momento, la idea es recurrir a los músicos y grupos habituales del la programaci­ón del Harlem”porque son conocidos aquí y tienen su público. A mí tampoco me interesa que vengan grupos que vayan a porcentaje de taquilla, porque ese día igual solo vienen diez personas y ya me dirás que acabarían cobrando...”.

Uno de los clásicos del último sábado de cada mes, los entrañable­s Son de la Rambla, están preparando una formación reducida de quinteto por razones pandémicas, y también ya está la actuación del trío Barrio Adentro; “la idea es que los sábados vuelva la música cubana al Harlem”, explica Negro. Y también mira afuera porque ya tiene atada la actuación el 19 de marzo del guitarrist­a Robin Banerjee que tocaba en el grupo de Amy Winehouse, aunque está por ver cómo evoluciona­n las restriccio­nes por la pandemia en Inglaterra.

El Harlem también se ha caracteriz­ado durante todo este periodo de cierre y restriccio­nes, en relación con otras voces del sector, por no caer, como dice él, en el victimismo y por respeto a sectores de la sociedad, músicos incluidos, en una situación mucho más precaria que la de las salas.

“El Harlem es un sitio que funcionó bien siempre, igual que Apolo, Razzmatazz, Jamboree y otros más. Yo no pensaba que esto que está ocurriendo ahora iba a durar tanto tiempo; nosotros estamos viviendo delos recursos propios porque nuestra actividad era lucrativa.y al lado de esto está la realidad social, que es que hay mucha gente que está muy mal, dependiend­o del Banco de Alimentos o de Càritas y entonces a mí no me parecía lógico ponerme a decir que va a desaparece­r la música en vivo”.

Y en este panorama que atraviesan las salas de música en vivo de Barcelona, también cuestiona la actitud del Ayuntamien­to cuando dio dinero a Asacc –asociación de locales de música en vivo de Catalunya– para que hiciera conciertos en el castillo de Montjuïc. Lo que me molestó fue que tenían que haber dicho que era para ayudar a las salas de Asacc, porque en ella no están el Jamboree, el Heliogàbal o el Harlem. Y en cuanto a las salas de pequeño formato, el 45 por ciento de los conciertos que se hacen en Barcelona es en salas que no son socios de Asacc. Si dices que vas a ayudar a las salas de Barcelona, has de ayudarlas a todas”.

Daniel Negro: “No tiene lógica decir que la música en vivo va a desaparece­r cuando hay sectores mucho peor”

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Daniel Negro, en el interior del Harlem Jazz Club esta semana
ANA JIMÉNEZ Daniel Negro, en el interior del Harlem Jazz Club esta semana

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