¿Qué proyecto estrella de Fidel Castro salvó Gaudí?
En 1960, poco antes de la fallida invasión de Cuba a través de Bahía de Cochinos y bajo patrocinio de Estados Unidos, Fidel Castro y el Che Guevara se fueron un día a jugar al golf. Querían burlarse del presidente Eisenhower, que había rehusado recibir al comandante en jefe alegando que estaba haciendo unos hoyos. Se dijo que fue durante aquella burla cuando Fidel tuvo una idea que compartió con el Che: ¿Por qué no construir una escuela de arte sobre los terrenos de un golf? Y con toda intención eligió el campo del Country Club, antiguo lugar de reunión de los capitostes para entonces ya despojados de sus fortunas y en gran parte exiliados a EE.UU.
El proyecto de arte en lugar de golf era excelente. Enseguida empezarían las obras de la nueva escuela. Era un sueño. Jóvenes cubanos y del tercer mundo se convertirían allí en músicos, bailarines, actores o artistas plásticos. Pero pronto los arquitectos se toparon con un problema: no había hierro ni cemento suficiente. ¿Qué hacer?
La solución la dio un albañil, de nombre Gumersindo, al que vieron hacer unas bóvedas y estructuras de ladrillo sin hierro ni apenas cemento. Gumersindo había aprendido de su padre, que trabajó con Gaudí, la técnica de la bóveda catalana, muy utilizada por los modernistas. Sólo gracias a ella pudieron construirse los hermosos edificios del actual Instituto Superior de Arte de La Habana, una joya de la arquitectura.
Y MAÑANA... ¿Qué guionista de cómic tiene sus cenizas impresas en una
historieta?