Si pueden, voten
Después de la pequeña licencia que me permití ayer al hacer un paralelismo irónico entre las elecciones catalanas de hoy y las próximas del Barça, hoy sí que toca hablar de lo mucho que los catalanes se juegan en esta jornada. Muy pocas veces sucede en cualquier elección que se llegue a un final tan apretado que hasta tres fuerzas diferentes pueden competir por la victoria. Las encuestas que los partidos han encargado esta última semana dibujan un escenario de gran igualdad que solo se verá afectado por la participación. Al final una alta o baja asistencia de votantes será la que decante el triunfo final.
A estas alturas, el voto está más que decidido y la única duda que puede rondar en el ánimo de los ciudadanos es si van o no a la mesa electoral a ejercer su derecho. La pandemia va a alejar seguramente a muchos votantes, pero hay que insistir en que la Generalitat garantiza la seguridad en los locales de votación y no tiene ningún sentido que los ciudadanos se paseen por mercados, restaurantes o en el transporte público sin miedo y que ahora lo tengan para ir a la mesa electoral. Será muy difícil que se repita el porcentaje de casi un 80% de participación de las elecciones del 2017, pero estaría bien que el descenso no bajara del 60%. A los que pueden tener tentaciones de deslegitimar el resultado por la poca participación, cabe recordar que la que se registró en el referéndum del Estatut no llegó al 49%. Pero si pueden, voten.
Parece claro que el independentismo va a retener el Govern de la Generalitat, y la gran incógnita es saber quién queda primero: ERC o Junts. La distancia de escaños entre ambos también puede ser un elemento para tener en cuenta. Un empate les condenaría a gobernar juntos. El PSC puede ganar, pero su triunfo habría de ser muy aplastante para poder aspirar a dirigir la Generalitat. El resto de las fuerzas independentistas le privarán de tal posibilidad.
Que cada uno vote según su conciencia. En este diario pueden leer (hoy mismo) opiniones en un sentido u otro, pero lo que creo que cabe pedir es que el Govern que salga de las urnas supere la etapa de parálisis de esta última legislatura. Catalunya no se lo puede permitir.