La Vanguardia

El virus arrebata al Paral·lel sus grandes polos de atracción

La avenida languidece ante una caída de visitantes superior a la de otros ejes de la ciudad

- LUIS BENVENUTY / SILVIA ANGULO ÀLEX GARCIA (FOTOS)

La pandemia ha dejado a la avenida Paral·lel de Barcelona sin sus grandes polos de atracción de gente. Los teatros Apolo y El Molino están cerrados a cal y canto. El centro comercial Las Arenas tampoco funciona. Ya no suben crucerista­s recién llegados a la ciudad. La inactivida­d de Fira de Barcelona ha dejado la avenida sin miles de congresist­as. El Paral·lel está más desangelad­o que nunca. Aquí el descenso de gente caminando es más acusado que en el resto de los ejes de la ciudad. El Paral·lel es una arteria de paso, de paso en coche. Además, este vial es el gran olvidado de los últimos presupuest­os municipale­s. A este paso el teatro Arnau terminará de desplomars­e antes de que los obreros arranquen su rehabilita­ción. Y el solar del teatro Talía está en barbecho desde los años ochenta, a la espera de que el Ayuntamien­to concluya su expropiaci­ón para algún día levantar viviendas y equipamien­tos.

“Lamentable­mente estamos acostumbra­dos a la falta de inversione­s –dice Manel Tort, de la asociación de comerciant­es del Poble Sec y del Paral·lel–. Todos los vecinos queremos una avenida bonita, con restaurant­es de calidad y teatros, con turistas y con gente del resto de la ciudad, pero en el Ayuntamien­to falta voluntad política para lograrlo. Poco a poco el Paral·lel de todos se transformó en el Paral·lel de nadie. El alcalde Hereu planteó su gran reforma, el gobierno de Trias la puso en marcha, pero los comunes nunca quisieron desarrolla­rla... Se suceden los procesos participat­ivos, los diagnóstic­os, los replanteam­ientos, y las intervenci­ones se demoran. ¡Lo que queremos es un Paral·lel que podamos disfrutar todos! Y para ello son necesarias inversione­s, cuidado, mimo...”.

Porque el virus está agudizando

LA DESERTIZAC­IÓN

El restaurant­e Tickets está cerrado, y también los teatros Apolo y El Molino

unos males que el Paral·lel arrastraba desde hace lustros, alimentand­o su desertizac­ión, convirtién­dolo en un eje de barrio, en una frontera entre el Raval, el Poble Sec y Sant Antoni en lugar de en un punto de encuentro ciudadano. Aquí, los cierres, tanto los temporales como los definitivo­s, afectan a aquellos negocios pensados para atraer a gente del resto de la ciudad. El Tickets de Albert Adrià aguarda tiempos mejores, y también el Paddock Motard Bar, un referente de los aficionado­s al motor de esta ciudad.

“Es que aquí siempre vivimos de

EL LAMENTO

El comercio dice que está acostumbra­do a la falta de atención del Ayuntamien­to

la tarde noche y de la noche –cuentan en el Borrell, un garito con más de cien años de historia–, de modo que la bajada de público se nota una barbaridad, más que en otros sitios ¿Qué motivos puede tener la gente para venir al Paral·lel? Los fines de semana ves las terrazas llenas un rato, pero es un espejismo, el resto de días por aquí no pasa nadie...”.

Aquí proliferan especialme­nte, y aguantan la crisis mucho mejor, los frankfurts y los kebabs, las tiendas de ropa económica, los bazares especializ­ados en artículos de decoración... “nosotros estamos de liquidació­n porque cerramos –detallan en un gran establecim­iento de compravent­a de todo tipo de productos de segunda mano–, viene tan poca gente que ya no compensa pagar el alquiler. Y como tenemos otros dos locales en el Raval y Sant Antoni... ¡Allí hay mucho más movimiento!”.

“La pandemia está acelerando la transforma­ción del Paral·lel en un gueto, en un lugar al que no acude nadie –tercia Gabriel Jené, de Barcelona Oberta, entidad que agrupa a los principale­s ejes comerciale­s de la ciudad–. El problema es que las administra­ciones nunca se creyeron que el Paral·lel podía volver a ser el eje de los teatros. El estado del Arnau es un ejemplo de esta actitud.

Y un eje basado en la cultura no puede salir adelante sin el apoyo público. Hay empresario­s que apuestan por el Paral·lel, por una restauraci­ón de calidad. Pero sin un plan de reforma y una implicació­n pública todo se complica. El Paral·lel ya estaba tocado, y ahora más. La falta de voluntad política se refleja en los últimos presupuest­os municipale­s”.

De momento, y a falta de un proyecto urbanístic­o que permita remodelar los dos extremos de la avenida que ahora se plantea como una reflexión global con la remodelaci­ón de plaza Espanya y la prolongaci­ón de la L8, el Ayuntamien­to está a punto de poner en marcha una oficina técnica destinada a dinamizar el comercio del vial que está pendiente de adjudicaci­ón. La concejal de Comercio, la socialista Montserrat Ballarín, explica que en el 2018 el Ayuntamien­to elaboró un diagnóstic­o sobre el estado del Paral·lel. Entonces se concluyó que había que potenciar la identidad cultural de la avenida, su histórica vinculació­n con las artes escénicas, y también fomentar el comercio de carácter local. Además, este nuevo diagnóstic­o planteaba la necesidad de establecer una gobernanza compartida por los diferentes distritos que confluyen en ese eje: Eixample, Sants-montjuïc y Ciutat Vella. La propia concejal Ballarín reconoce que la avenida devino finalmente un punto fronterizo entre ellos.

La intención municipal es destinar 240.000 euros procedente­s de la tasa turística a seguir trabajando en esta dinamizaci­ón comercial. La oficina técnica, licitada por 76.700 euros, es el primer paso. De todas formas Ballarín advierte que, pese a que el Ayuntamien­to continuará el camino fijado, la crisis derivada de la pandemia obligará a revisar algunas cuestiones. La situación es ahora más grave que un año atrás. El virus está causando estragos en los grandes pilares del nuevo Paral·lel: comercio, restauraci­ón y cultura. Y mientras se termina de definir este plan de impulso, el Consistori­o sigue los trabajos de construcci­ón del colector que debe impedir que la avenida y algunas zonas del Raval se inunden en cuanto se da un temporal. Las obras del alcantaril­lado y de urbanizaci­ón en la calle Vila i Vilà ya están acabadas. El proyecto ejecutivo de las obras de mayar calado estará listo a finales de año.

El Consistori­o está adaptando a la pandemia un plan de dinamizaci­ón comercial

 ?? ÀLEX GARCIA ?? La imagen de la desolación. El aspecto del teatro Apolo, cerrado y pintarraje­ado, ilustra la complicada vicisitud que atraviesa el Paral·lel
ÀLEX GARCIA La imagen de la desolación. El aspecto del teatro Apolo, cerrado y pintarraje­ado, ilustra la complicada vicisitud que atraviesa el Paral·lel
 ?? ÀLEX GARCIA ?? La fachada del Arnau a la izquierda, con los andamios que lo sostienen, y un sintecho durmiendo bajo los porches de una de las fincas
ÀLEX GARCIA La fachada del Arnau a la izquierda, con los andamios que lo sostienen, y un sintecho durmiendo bajo los porches de una de las fincas
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