Parejas famosas que pasaron por el altar el día de los Enamorados
Muchas celebridades escogieron el día de los enamorados para casarse, aunque con desigual fortuna
San Valentín ya ha llegado. Con todas las limitaciones por la situación sanitaria, para algunos será el summun de una celebración romántica. Para otros, además, el día ideal para pedir matrimonio o incluso casarse, aunque elegir un día tan emblemático no garantice un futuro común duradero. Como muestra, un ramillete de celebridades, que, con desigual fortuna, eligieron un 14 de febrero para darse el sí quiero.
La pareja emblemática por excelencia de los noventa, Meg Ryan y Dennis Quaid, no podía elegir otra fecha para su casamiento. El 14 de febrero de 1991, la que iba a ser la novia de América y un seductor empedernido se casaban tras posponer la boda para que a Quaid le diera tiempo a salirse de las drogas. La cosa no empezaba bien, aunque la luna de miel duró un par de años y les dio un hijo, Jack. Adicciones, egos e infidelidades acabaron con la pareja. Ella no volvió a ser heroína romántica y en el 2006 adoptó a Daisy True.
A lo loco y sólo 96 horas después de conocerse se casaron el músico Thomas Lee Bass y Pamela Anderson, en 1995. Tuvieron dos hijos, Brandon y Dylan, y se divorciaron a los tres años, meses después de que Tommy saliera de prisión. Volvieron a intentarlo, hasta que tiraron la toalla. Lee fue el primero de los cinco maridos de la actriz.
Un noviazgo más largo, de nueve meses, tuvieron Sharon Stone y el periodista Phil Bronstein. Pese a ser sofisticados, también cayeron en la atracción del 14 de febrero. Fue en la mansión de la actriz, con caviar, champán, orquídeas, 120 invitados –Antonio Banderas, Melanie Griffith y James Woods, entre ellos– y Ray Charles a cargo del piano. Adoptaron un hijo, Roan, en el 2000, pero al poco tiempo todo empezó a desmoronarse. La actriz sufrió una hemorragia cerebral y parece que el amor de su marido brilló por su ausencia. Y entonces llegó el segundo divorcio de la actriz.
A la supermodelo brasileña Adriana Lima y el baloncestista serbio Marko Jaric les atravesó la flecha de Cupido en una fiesta en Los Ángeles. El 12 de junio del 2008, durante su 26.º cumpleaños, Adriana recibió el anillo de compromiso y se casaron en el 2009. En noviembre del mismo año nació Valentina y tres años después, Sienna. En el 2015, se divorciaban, confir
mando que el santo puede ser sinónimo de romanticismo pero no de matrimonio longevo.
Renate Blauel no solo se casó en 1984 “con un drogadicto gay, sino con un drogadicto gay cuya vida estaba a punto de desmoronarse”, como describía el propio Elton John en sus memorias. También fue un más que probable matrimonio de pega. Ahora la ingeniera de sonido vive de rentas, más si cabe con el dineral que el artista ha tenido que pagarle por desvelar detalles de su relación.
Mayte García se unió a Prince con 22 años. La boda se celebró bajo la advocación del santo en 1996. Tuvieron un hijo que falleció a los pocos días de nacer y se divorciaron en el 2000. Al año siguiente, el cantante, hoy fallecido, se casó con Manuela Testolini, esta vez en Nochevieja, otra simbólica fecha que sólo garantizó cinco años de amor.
Por su parte, Nicole Appleton se enteró de que Liam Gallagher le había sido infiel así que le dio puerta en el 2014, seis años después de celebrar su primer San Valentín como matrimonio. Tienen un hijo, Gene. Antes el artista fue marido de Patsy Kensit y tuvo un lío con Lisa Moorish una semana después de casarse con Kensit, de la que nació Molly, la mayor de sus cuatro hijos.
Shane Deary fue el primer marido de Keri Russell (Felicity) y padre de sus dos primeros hijos. Se casaron el 14 de febrero del 2007, pero su matrimonio se terminó en el 2013. Bastante más duraron el actor Ron Perlman y la diseñadora de joyas Opal Stone, que tras 38 años de matrimonio y dos hijos, justo acaban de ser declarados solteros.
No obstante hay también historias de San Valentín con famosos y final feliz (de momento). Entre ellas está el cuento de princesas –o más propiamente, de grandes duques– de Enrique de Luxemburgo y la cubana María Teresa Mestre. Se casaron en 1981 y tienen cinco hijos, con lo que la dinastía está más que garantizada, aunque la gran duquesa ahora está en horas bajas tras el escándalo por el maltrato al que sometía al personal de palacio.
Una iglesia medieval en la isla de Wight (donde veraneaba la reina Victoria) fue el lugar elegido por Sophie Hunter y Benedict Cumberbatch para darse el sí quiero el 14 de febrero del 2015. Seis años después siguen juntos y son padres de Hal Auden y Christopher Carlton.
Otro amor que aún dura es el de Salma Hayek y Francois-henri Pinault. La actriz y el magnate del lujo se enamoraron en Venecia, fueron padres de Valentina (otro homenaje al santo) y pasaron por el ayuntamiento de París el 14 de febrero del 2009. En abril hubo boda religiosa en el palacio Grassi de Venecia y festejos en La Fenice. Para redemostrar su amor, renovaron sus votos en Bora Bora en el 2018. Tres bodas para una actriz que tras tener a su hija confesaba: “No siento necesidad de casarme”.