La Vanguardia

“No me importa que me asocien a Amy, pero mi voz es propia”

Aiala, cantante y música, publica su álbum ‘2021: an earth oddity’

- ESTEBAN LINÉS

Hace un par de años Jara Aiala ya dio claros indicios con Nothing less than art de lo que había detrás de su proyecto, es decir, amor y dedicación por las músicas afroameric­anas como soul, r’n’b y blues, combinadas con otras sonoridade­s como reggae o trap, y aderezado todo ello tanto con toques electrónic­os como más orgánicos. La apuesta de la música y cantante catalana –con un tono de voz en la onda Amy Winehouse– caló en la escena local, y el pasado año se la pudo oír por ejemplo en el Fòrum por la Mercè o en el Cruïlla XXS.

Después de la marcha de su guitarrist­a con quien inició el proyecto, Isaïes Albert, ahora acaba de publicar 2021: an earth oddity (Kasba), un notable paso adelante en su propuesta musical, coproducid­o nuevamente con Chalart58 –es decir, el músico Gerard Casajús–, cantado de nuevo mayoritari­amente en inglés y que presentará en Barcelona el 14 de abril en La Nau dentro del ciclo Curtcircui­t.

Viajemos al pasado. ¿Cómo le impactó la aparición del fenómeno Amy Winehouse?

Muy, muy fuerte. Yo tendría 8 o 9 años cuando salió su primer disco, y me quedé alucinando. La imagen me impactó mogollón porque era diferente a todo lo que había en aquel momento y me identifica­ba con ella antes que con cualquier otra persona. Y luego estaba la música; a mí me encantaba el blues, el jazz y todo eso y no lo veía reflejado en la música de aquel momento. De hecho con la jazz band de versiones con la que empezamos, la mitad de los temas que tocábamos eran de Amy Winehouse.

¿Cree que el primer álbum que publicó como Aiala hace dos años reflejaba esa influencia?

Igual a nivel sonoro no se parece tanto a lo que ella hacía, pero sí que para hacerlo me inspiré muchísimo en ella.

¿En que quería ahora diferencia­rse de ese primer álbum?

Cuando en el estudio hicimos con Chalart toda la maqueta antes de grabar las voces definitiva­s, hubo algunas de ellas que no las tocamos, y eso es porque yo ya había evoluciona­do. El problema muchas veces está en la cabeza, y en mi cabeza ya había tirado la barrera que hasta entonces hacía que mi voz no pudiese llegar a ciertas notas. Ahora he hecho cosas a nivel vocal que en el anterior no lo hubiese podido hacer solo porque ahora me di cuenta de que sí puedo. Y eso también se puede aplicar a la sonoridad.

¿Qué feed back nota?

Con el primero a nivel de edades en los conciertos la gente era de cuarenta para arriba. Pero a nivel de redes sociales con el primero el mayor porcentaje era de 3ypico a 4ypico de años, y con este ya está abarcando hacia abajo, hacía mi edad. Eso está muy bien, porque creo que la música no tiene edades. Yo tengo 24 años pero con 15 años también escuchaba lo que ahora. ¿Puede acabar siendo un handicap que asocien su voz a la de Winehouse?

A mí me gusta que me lo sigan diciendo, que me asicen a ella pero también hay mucha gente que me dice que mi voz es propia, que es muy reconocibl­e, que cuando la escuchan no piensan que es otra persona. Y eso está muy bien, porque hoy en día hay muchas voces que nos sabes a quien correspond­e, porque están muy producidas. Cuando cantan juntas Becky G y Natasha hay temas que no sabes quien es la que canta. Y eso no mola.

Escuchando las letras de su nuevo álbum, ¿qué conclusión se puede sacar?

Hay como unas palabras clave en este disco que son luchar, amar y el poder de ser buena persona, el poder que tiene cada uno, cada persona es superpoder­osa. Hay mucha gente que no lo sabe y sería necesario que lo supiera. No puedes ser malo con la vida ni con la gente, y hay que luchar para eso.

El título del álbum rinde homenaje a Bowie y Kubrick.

Bowie es uno de mis referentes más grandes a nivel musical, vocal.todos sus discos me encantan, su Space oddity me marcó muchísimo.también soy muy cinéfila, me gustan Tarantino, Tim Burton pero Kubrick es uno de los primeros directores en que me fijé. Además, tanto Bowie como Kubrick son dos personalid­ades que han abrazado el concepto de lo raro, de lo ambiguo,lo extraño, lo abstracto, que es un poco con lo que he querido jugar en este disco, porque creo que yo soy raro. Siempre me he sentido rara y no veo a mucha más gente que con mi edad haga este tipo de música. Y por allí va un poco el título.

El mensaje de las letras del disco es luchar, amar y el poder de ser buena persona

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ANA JIMÉNEZ La cantante, fotografia­da esta semana en la plaza Gala Placidia

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