La suerte del líder
El Atlético logra una sufrida y afortunada victoria en Granada
El Atlético sufrió lo indecible para llevarse la victoria del Nuevo Los Cármenes ante un Granada que se lo puso muy difícil y que hasta el final tuvo opciones de sumar algún punto. Para los de Simeone, que venían de empatar en casa ante el Celta, la victoria en un partido en el que tenían muchas bajas, supone un rearme moral importante cuando se está entrando en el tramo decisivo de la temporada.
Luis Suárez se quedó sin marcar aunque dispuso de varias ocasiones, entre ellas un remate al travesaño, pero un par de paradas de Rui Silva evitaron que el uruguayo aumentara su cuenta, que se queda en 16 goles. Suárez llevaba dos partidos seguidos marcando un doblete y de haber repetido estos números en Granada hubiera sido la tercera vez en su carrera que lo lograba en tres partidos seguidos, tras haberlo conseguido con la camiseta red del Liverpool.
En Granada se vieron varias versiones del Atlético. Para empezar, compareció el equipo dominador que quiere Simeone esta temporada, un conjunto que buscaba el gol a través de la posesión del balón. No fue un Atlético fino en el remate porque elaboró mucho pero dispuso de pocas ocasiones y el rival le hizo más daño a la contra.
La segunda parte se jugó a un mayor ritmo y fue mucho más divertida. Empezó con el lanzamiento de Suárez al travesaño, prólogo del gol de Marcos Llorente en un remate ajustado al palo en el minuto 62. Parecía que el Atlético había hecho lo más difícil, pero los de Simeone han perdido algo de fiabilidad defensiva en los últimos tiempos. El Granada le empató muy pronto con muy poco y algo de suerte. A los 65 minutos, Yangel Herrera cazó un balón en el área y su chut superó a Oblak al coger parábola al tropezar en el pie del propio Llorente.
Tampoco el Granada fue capaz de conservar el empate mucho tiempo porque el Atlético sacó fuerzas de flaqueza y se fue a por el partido. Simeone mandó a los suyos al ataque. En todo el encuentro el técnico argentino solo hizo un cambio: Vrsaljko por Kondogbia al salir de la caseta tras el descanso.
La crecida del Atlético vino casi siempre de la mano de Marcos Llorente, una vez más incansable le pongan donde le pongan. El sobrino nieto de Gento inició la jugada decisiva en el minuto 75, una internada que acabó en un pase retrasado a Correa, que chutó el balón. Esta vez rebotó en Jesús Vallejo y supuso el 1-2 definitivo.
A partir de ahí se vio la última versión del Atlético, quizás la más 100% Simeone. El equipo se replegó con todo y se atrincheró en torno a Oblak para dejar pasar los minutos. El Granada se volcó sobre el área visitante, pero con poca claridad, sobre todo con centros laterales que eran presa fácil para los centrales. Suárez perdió el 1-3 en un mano a mano, pero al Atlético ya le dio un poco igual, feliz y enormemente satisfecho de una victoria tan trabajada.
EL HOMBRE DEL PARTIDO
Llorente marcó el primer gol del equipo e inició la jugada que acabó con el tanto de rebote de Correa