Huertas no es suficiente contra el Madrid
No es fácil ganarle a partido único al Real Madrid de Pablo Laso. Una afirmación que si se ciñe a la Copa del Rey adquiere una dimensión aún más grande, convirtiendo la empresa en casi imposible. El conjunto blanco disputará esta tarde su octava final consecutiva, un dato que habla por sí solo. De las siete anteriores, conquistó cinco. Solo el Barça de Pesic ha sido capaz de cerrarle el paso y lo logró dos veces.
No fue fácil la clasificación del Real Madrid para la final copera, erigido el Lenovo Tenerife como el conjunto revelación de la temporada. Batalla descomunal la que
le plantó al gran favorito. Los de Vidorreta se convirtieron en una piedra en el zapato de los blancos, que no supieron sacársela hasta el tramo final del encuentro.
Como sucedió en el partido entre el Barça y el Unicaja, la puesta en escena del Tenerife fue majestuosa, minimizando a su poderoso rival como hizo el conjunto malagueño el viernes. Vidorreta ganaba la batalla táctica y el conjunto canario marcaba el ritmo del juego. Huertas y Fitipaldo comandaban las operaciones en ataque, junto a un Fran Guerra que intentaba no ser intimidado por Tavares. No había ni rastro de Shermadini, que promedia más de 23 de valoración en la Liga y que acabó el partido con 0, lastrado por las faltas en una tarde muy poco inspirada.
Un tiro libre de Salin provocó la reacción del Madrid. Con 22-40 (minuto 16), Laso provocó una técnica, un recurso de entrenador veterano para espolear a los suyos. Y la apuesta le salió a las mil maravillas porque el Madrid aterrizó por fin en el partido y empezó a remar como si la vida le fuera en ello. La intimidación de Tavares iba mucho
PARTIDO MUY EXIGENTE
El equipo de Pablo Laso jugará su octava final de Copa consecutiva tras derrotar al Tenerife
más allá de sus 15 rebotes o 4 tapones, los jugadores interiores de los tinerfeños jugaban con miedo ante el gigante caboverdiano, un jugador que marca muchas diferencias.
Gracias a los puntos de Deck,
Causeur y Llull el Madrid empezó a recortar diferencias. El escolta francés estuvo soberbio en ataque y en defensa, cortocircuitando muchos ataques del Tenerife. Cinco puntos seguidos con su firma dieron la primera ventaja en el marcador al Madrid (64-59, minuto 29), culminando un 13-0 de parcial. El bloqueo en ataque de los de Vidorreta era colosal, afinada la defensa madridista comandada por un Laso que daba instrucciones a gritos en cada jugada.
Aunque los puntos de Marcelinho Huertas, que acabó con 22, dieron algo de esperanza al Tenerife al inicio del último parcial, el brasileño fue demasiado poco argumento para plantar cara a todo un Madrid, que escapó del desastre y no faltó a su cita con la final de Copa. Un clásico de verdad.