La Vanguardia

La covid hunde las visitas a los edificios de Gaudí

Las visitas a los edificios gaudiniano­s se desploman con descensos del 80% durante la pandemia

- JESÚS SANCHO

La obra de Antoni Gaudí no ha sido inmune a la covid. Los edificios que proyectó el arquitecto catalán han corrido suerte dispar durante la pandemia. Algunos se mantienen cerrados sin fecha prevista de reapertura mientras que otros siguen abiertos a medio gas a la espera de la reactivaci­ón turística. Un patrimonio mundial que año tras año superaba récord de turistas se ha resentido fuertement­e a causa de las restriccio­nes sanitarias y de movilidad con una caída brusca de visitantes, en algunos casos con descensos superiores al 80%.

Uno de los iconos más universale­s, la Sagrada Família, ha reiniciado recienteme­nte las obras. Sin embargo, fuentes del templo señalan que no hay una fecha prevista de apertura al público y la estudiará en función de la evolución de la covid. En los últimos años habían visitado la Sagrada Família una media de 4,5 millones de personas anualmente. Durante el 2020 y debido a los efectos de la pandemia, las visitas –canceladas desde octubre– han sido un 15% del promedio habitual, es decir, unas 675.000, lo que significa una disminució­n alrededor del 85%. La caída de ingresos también les ha obligado a pactar con el Ayuntamien­to el aplazamien­to de parte de sus pagos para financiar el transporte público y mantenimie­nto del espacio público tras el acuerdo alcanzado en 2018 para regulariza­r la licencia de obras.

En el paseo de Gràcia, otro de los edificios modernista­s más fotografia­dos de Barcelona, continúa en hibernació­n. “La casa Batlló está cerrada temporalme­nte para proteger a sus empleados, visitantes y al edificio de Gaudí”, muestra un cartel en la entrada del edificio, clausurado desde octubre a raíz de un conflicto laboral, en el que incluso hubo destrozos de vitrales. Con los comercios con las persianas bajadas en fin de semana y un aspecto desangelad­o en las calles, barcelones­es de paso o residentes extranjero­s se acercan a cuentagota­s a contemplar el inmueble, como Julia, estudiante italiana de Erasmus. “Vivo

CIERRE ENTRE SEMANA

La Pedrera y la casa Vicens se mantienen abiertas los viernes y los fines de semana

en el Raval y hoy he aprovechad­o para hacer algo de turismo. Está todo más tranquilo, pero da un poco de pena”, apunta. El monumento registró 230.819 visitantes en 2020, un 78% menos que en 2019, cuando superó el millón de personas. Tampoco hay una fecha de apertura aunque las tareas de limpieza y mantenimie­nto siguen en curso, informan fuentes de la casa Batlló.

Sin abandonar el paseo, la Pedrera o casa Milà mantiene sus visitas pero con un ritmo mucho menor al habitual y no todos los días, solamente los viernes, sábados y domingos. En el 2020, recibió 181.354 visitantes, muy lejos de los 1.322.030 de 2019, lo que ha supuesto una caída del 86% en un año en el que el monumento estuvo cerrado cuatro meses, desde mediados de marzo hasta mediados de julio. Como consecuenc­ia del confinamie­nto perimetral, el turista reside en casa. “Para nosotros el público local siempre ha sido importante. Además de mantener el 50% de descuento para los residentes de Catalunya, hemos continuado programand­o talleres familiares e infantiles, así como actividade­s en Navidad como el tió”, indica la Fundación Catalunya La Pedrera, encargada de gestionar el edifico.

La ruta prosigue hasta la casa Calvet –en la calle Casp–, la primera que el arquitecto catalán construyó en el Eixample. Los bajos del edificio los ocupa el restaurant­e China Crown Barcelona, que desde hace unas semanas sirve comidas para llevar con una carta más sencilla y precios más económicos. “Antes podíamos tener grupos de 30 o 40 turistas, reuniones de trabajo y gente local que quería conocer la obra de Gaudí. Estamos sufriendo mucho, pero tratamos de aguantar para poder reabrir”, comenta David Chen, gerente del restaurant­e.

Por su parte, la casa Vicens, otro patrimonio mundial gaudiniano en pleno barrio de Gràcia, ha logrado plantar cara al virus aunque sea a medio gas. Ha podido mantener sus puertas abiertas a los visitantes los viernes y los fines de semana, con descuentos que oscilan del 50% al 25%. “Teniendo en cuenta todas las restriccio­nes perimetral­es nuestro público es de Barcelona ciudad especialme­nte. En el período navideño el abanico se amplió y vinieron algunos franceses y personas del resto de España”, destacan fuentes de la casa Vicens. Las restriccio­nes de la hostelería también les han afectado. La cafetería Hofmann que hay el interior ahora solo sirve los aperitivos para llevar.

Bajando por una Rambla sin aglomeraci­ones, en la calle Nou de la Rambla, se esconde otra obra del genio de Gaudí: el Palau Güell. Su director, Guillem Mundet, reconoce que ser un equipamien­to público, propiedad de la Diputación de Barcelona, les ha permitido continuar abiertos. “Actualment­e podemos estar entre un 10% y 20% del aforo máximo que tendríamos para estas fechas. Alrededor del 90% del público turista se ha evaporado. Hemos incentivad­o el visitante local”, apunta Mundet. En este sentido, la tarifa se ha reducido de 12 euros a 5 mientras dure el estado de alarma. Paralelame­nte, la dirección trabaja en nuevos itinerario­s con espacios que no se han visto hasta ahora cuando repunte el turismo. Por otro lado, han aprovechad­o para avanzar en la investigac­ión histórica sobre el palacio que servirá para futuras exposicion­es.

Otra parada obligatori­a de la ruta de Gaudí es el Park Güell. El recinto reabrió en julio con la mitad del aforo y una zona regulada ampliada, que mantiene su acceso gratuito con el carnet de las biblioteca­s de la Diputación de Barcelona . También continúan las franjas exclusivas de uso vecinal a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde. Con las restriccio­nes de movilidad asoman la cabeza sobre todo residentes extranjero­s y barcelones­es de otros barrios durante el fin de semana. “Hacía 50 años que no veníamos. Ha sido una vista tranquila y sorprende que esté tan vacío”, comenta Josep, acompañado de su mujer, Maria, que viven en Les Corts. El desplome del turismo internacio­nal con la pandemia ha impacto al recinto. En el 2020, la zona monumental registró 593.206 visitas, un 81% menos que en el 2019, cuando se acercaron 3.152.547 personas. De momento, se han suspendido las visitas guiadas aunque se trabaja en unas más completas de cara a la reactivaci­ón turística. Otra novedad es que próximamen­te se realizará una visita virtual al parque. En tiempos de pandemia y confinamie­ntos, Gaudí se encuentra en modo hibernació­n.

ADAPTÁNDOS­E A LA COVID

El Palau Güell reduce el precio de la entrada y el Park Güell prepara un recorrido virtual

PENDIENTES DE LA PANDEMIA La Sagrada Família y la casa Batlló tienen canceladas sus visitas desde octubre

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ÀLEX GARCIA La Sagrada Família continúa con las visitas canceladas desde octubre y está pendiente de la evolución de la pandemia
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MANÉ ESPINOSA Una persona visita el Palau Güell, que sigue con sus puertas abiertas
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XAVI JURIO La azotea de la Pedrera, uno de los espacios emblemátic­os del edificio, con poca afluencia de visitantes
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XAVI JURIO Una pareja en el interior de la casa Vicens, que abre los viernes y los fines de semana
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CÉSAR RANGEL El conocido dragón del Park Güell, sin aglomeraci­ones por las restriccio­nes de la pandemia

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