La ejecutiva de Cs se reúne para respaldar a Arrimadas y Carrizosa
El partido busca reafirmar su estrategia ante las críticas por la debacle catalana
“La autocrítica es sana”, admiten, pero tiene sus límites, y en Ciudadanos no están dispuestos a ir más allá de reconocer que no supieron movilizar a su electorado y que la elevada abstención, concentrada asimétricamente en el constitucionalismo, les ha pasado una factura –954.000 votos menos– ciertamente abultada.
La ejecutiva se reunió ayer durante cinco horas en las que la líder del partido, Inés Arrimadas, descartó dimisiones porque no considera que ésta sea la solución ante los malos resultados cosechados. Aunque su liderazgo no fue cuestionado, algunos dirigentes mostraron su malestar, y se escucharon críticas hacia la campaña electoral y su director, Carlos Cuadrado.
“Yo voy a seguir delante de este proyecto, además creo que con apoyo del partido”, había anunciado por la mañana en Onda Cero Inés Arrimadas. Por su parte, Carlos Carrizosa afirmó en RAC1 que “no se soluciona nada abriendo crisis en el partido”, y apeló a la “unidad”
y el “trabajo” para recuperar un espacio político que casi ha desaparecido bajo sus pies, pese a lo cual no cree “oportuno” salir de escena. Lo dejó en manos de la ejecutiva: “Yo seguiré a disposición de mi partido como siempre”.
Tras lamentar que el Parlament no va a reflejar la “realidad plural” de Catalunya, en la que hay “mucha más diversidad” que la que se verá en sus 135 escaños, el secretario de comunicación de Cs, Nacho Martín Blanco, apuntó a las dificultades derivadas de la pandemia, que ha provocado contradicciones entre las llamadas a la prudencia y a la participación, para justificar el descalabro, atribuido a las circunstancias.
Martín Blanco rechazó afrontar “grandes cambios” en el partido, que mantiene, a su juicio, una “línea correcta” desde que Arrimadas asumió la presidencia y que definió como “responsable, de centro, reformista y liberal”.
El cierre de filas de la cúpula se produjo después de que algunas voces llamaran a la reflexión y la asunción de errores. El vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, que disputó el liderazgo a Arrimadas en primarias, pidió a la dirección que analice con “empatía e inteligencia” los resultados en Catalunya, que abren un “panorama terrible” para España. “Que ser valiente no salga tan caro; que ser cobarde no valga la pena”, tuiteó el diputado del Parlamento andaluz Fran Carrillo, parafraseando a Joaquín Sabina, para exigir responsabilidades.
Los vicepresidentes de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, y la Junta de Andalucía, Juan Marín, y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, que son miembros de la ejecutiva, guardaron un expectante silencio.
Desde Catalunya, Renovadores Cs emitió un comunicado para denunciar el “cúmulo de desaciertos” y la “campaña fallida” de Cs y pidió “cambios importantes”, incluyendo el de liderazgo, tras una deriva cuyo “primer error” fue que Arrimadas dejara el Parlament para ir al Congreso, lo que denotaba, se indica, “falta de confianza” en la capacidad del partido de convertirse en “auténtica alternativa” al independentismo. “Hemos desperdiciado un éxito histórico”, lamentaron los críticos, que ven muy dañada la democracia interna de Cs tras la designación de Carrizosa sin el aval de la militancia y reclaman “abordar una profunda regeneración” y una “mejora sustancial de la transparencia”.
Los “que ahora se hacen llamar renovadores” no representan una “opinión mayoritaria” en Cs, les respondió Martín Blanco, que los acusó de “irresponsabilidad” por sus “críticas constantes”. Tampoco hay razón, dijo, para un congreso extraordinario: “Arrimadas y Carrizosa deben seguir al frente”, insistió el diputado catalán.
LA DIRECCIÓN
Martín Blanco asegura que llevan una “línea correcta” y rechaza “grandes cambios”
RENOVADORES CS
Los críticos exigen una “profunda regeneración” y más democracia interna