Vox anuncia querellas contra mossos e Iglesias por “tolerar la violencia”
Vox ha llegado a buen puerto tras su campaña electoral al desembocar en el Parlament con 11 diputados y superar a Ciudadanos y al PP, que se han quedado con seis y tres escaños, respectivamente. Pero a la formación de ultraderecha destaca más los ataques sufridos en algunos mítines en localidades como Salt, Girona o Vic que los resultados del 14-F.
El líder de Vox, Santiago Abascal, exprime que manifestantes independentistas han lanzado piedras, huevos o tomates a la comitiva de su partido y no piensa dejarlo pasar. Ayer dio una rueda de prensa para valorar los resultados de su formación y anunció una batería de acciones judiciales. Vox se querellará contra “los manifestantes violentos, contra los jefes de algunos dispositivos de los Mossos y contra responsables políticos como el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que han tolerado y relativizado esa violencia mirando para otro lado”.
Esos altercados no son lo único que ha provocado la sensación agridulce entre los dirigente de Vox. Abascal y el candidato por Barcelona, Ignacio Garriga, consideran que el resultado de las elecciones del domingo, donde se impusieron el independentismo y la izquierda, “son muy malos para España”. “No podemos dejarnos llevar por la euforia, cuando ha ganado el separatismo golpista y terrorista”, afirmó Garriga, quien afeó a ERC que haya “tratado como un héroe en la campaña a Arnaldo Otegi, responsable de la muerte de muchos compatriotas, de muchos asesinatos”.
Garriga se mostró confiado en que “nada va a ser igual a partir de ahora, porque Vox ha comenzado a escribir una nueva página en la historia de Catalunya y se va a convertir en el dique de contención contra el separatismo liberticida y contra la izquierda”. A pesar de todo, el líder de Vox en Catalunya sí se dejó llevar por la euforia cuando aseguró que dentro de unos años su partido “será opción de gobierno” en esta comunidad.
Algo más “realista”, Abascal reconoció que los 11 diputados de Vox no tendrán capacidad de decisión en una Cámara catalana con mayoría independentista y en la que ningún otro partido los quiere de aliado, pero anunció que su partido hará “una oposición total, frontal cada segundo” y que la voz de Vox “será audible en toda Catalunya”.
Por el momento, y tras batir a Carlos Carrizosa y a Alejandro Fernández y convertirse en la cuarta fuerza del Parlament, Vox se presenta como “el primer partido nacional” en la Cámara catalana y se arroga “el liderazgo de la oposición” un estatus que utilizará para “defender en el Parlament que el Govern deje de financiar la inmigración ilegal, que se recupere la seguridad en las calles catalanas, que el español esté presente en las aulas, que haya libertad educativa y que el separatismo deje de robar para que ese dinero se destine a paliar las emergencias que sufren los catalanes”.