El tribunal absuelve a Cifuentes, pero condena a una asesora y su profesora
No existen pruebas suficientes para demostrar que Cristina Cifuentes presionó para falsificar el acta de su trabajo final de máster. Con esta conclusión, la Audiencia de Madrid absolvió ayer a la expresidenta del PP por la inducción a un delito de falsedad documental por el que la Fiscalía pedía tres años y tres meses de prisión. Sin embargo, el tribunal sí condena a la profesora y a la asesora que falsearon las notas sin aclarar cuál fue el motivo que le llevaron a hacerlo.
La sentencia, dictada diez días después de que finalizase la vista oral, recoge que “las sospechas legítimas” que pudieran existir en torno al caso Máster “no se han convertido en prueba suficiente para justificar la responsabilidad” de Cifuentes. “Ni consta la presión inductora, ni el dominio del hecho, por lo que no se puede imputar el delito”. Este fallo supone un revés para la Fiscalía quien mantuvo su petición de condena para la expolítica, pese a que ningún testimonio la señaló directamente. “Por su cargo, no se manchó las manos”, dijo la fiscal en su escrito final.
Por su parte, Cecilia Rosado, la profesora del máster que reconoció haber falsificado el acta del trabajo final otorgándole un 7,5 de nota y estampando su firma junto a otras dos falsas, ha sido condenada a un año y seis meses de prisión. Es la pena que solicitaba la Fiscalía por haber colaborado con la justicia. Mientras que la exasesora del gobierno regional María Teresa Feito ha sido condenada a tres años y tres meses de prisión: en sede judicial negó los hechos, pero el tribunal da por probada su “actuación relevante” en la presión y falsificación del acta.
Cifuentes sale indemne así de su batalla judicial por el caso Máster. Y aunque el objeto del procedimiento no era si consiguió el título de una manera lícita o no, el tribunal sí hace alusión a que el máster de la expresidenta estuvo “plagado de graves irregularidades”. La actividad de la alumna Cifuentes revela, tal y como recoge el fallo, “un conjunto de incongruencias relevantes” que son incompatibles con “la actuación regular”. Ella misma reconoció que nunca fue a clase, que no mantuvo contacto con ninguno de los profesores y que los exámenes eran sustituidos por trabajos manuscritos que hacía llegar al catedrático Álvarez Conde –que murió imputado en la causa– de manera física porque este no usaba el correo electrónico. Contra el fallo del caso Máster cabe recurso.