Pablo Hasél se atrinchera en la UDL a esperar su detención
El rapero Pablo Hasél, pendiente de entrar en la cárcel para cumplir una condena por injurias a la Corona y enaltecimiento del terrorismo, se encerró ayer en el rectorado de la Universitat de Lleida, en pleno centro urbano, arropado por un nutrido grupo de personas, jóvenes estudiantes en su mayoría, con la intención de esperar, en cualquier momento, la llegada de los Mossos d’esquadra para detenerlo y cumplir la orden cursada ayer por la Audiencia Nacional. Hasél manifestó que la ocupación del rectorado obedece a tres razones, la difusión de la represión judicial y política sobre su persona, además de “dificultar la detención y hacer una llamada a organizar la lucha por la libertad de expresión y el resto de derechos y libertades”.
Durante todo el día, Hasél recibió numerosas muestras de apoyo de gente que pasaba por el rectorado a saludarlo. Por la tarde, unas doscientas personas se concentraron en la plaza Víctor Siurana, en la entrada de la UDL, con pancartas y gritos pidiendo la libertad del cantante. La ocupación cogió por sorpresa al equipo rectoral, que emitió un comunicado en el que rechazó la acción del rapero y el grupo de apoyo, por afectar gravemente al funcionamiento de las actividades académicas y del rectorado. Según el rectorado, la ocupación pone en peligro la integridad de las personas y del patrimonio universitario y ofreció diálogo para “la resolución rápida de un conflicto que ni ha originado la UDL, ni la UDL tiene atribución legal para resolver”. Hasél, por su parte, insistió en quedarse encerrado y dijo no temer la intervención de los Mossos, “que tienen el permiso del rector para entrar aquí y detenerme”. “Deberán derrumbarla y arrasarla para detenerme”, escribió en su perfil de Twitter.
La Audiencia Nacional confirmó ayer el auto de prisión contra el rapero que había presentado un recurso de súplica. El tribunal rechaza el recurso, como pedía la Fiscalía y mantiene el auto de prisión, que daba de plazo hasta el viernes pasado a Hasél para ingresar voluntariamente. El tribunal recuerda que Hasél ya tiene antecedentes similares, “es reincidente y no tiene intención de reparar moralmente el daño causado, sino que persiste en su actitud antisocial”. Además, el auto dice que “las campañas en favor del penado que pudieran haber orquestado algunas personas no pueden determinar la inaplicación de la ley vigente, sino su eventual modificación por el Parlamento”.