El PDECAT encara un futuro lleno de dudas después del fiasco en las urnas
La dirección abre un periodo de reflexión interna para analizar los pasos a seguir
Después del fiasco del 14-F, el futuro del PDECAT está más lleno de dudas que nunca. La formación se ha quedado fuera del Parlament y ha perdido el mejor altavoz político que tenía en Catalunya. Ha sido el final de una trayectoria de más de cuarenta años que los herederos de CDC, el partido que desde el 1980 primero con Jordi Pujol y después con Artur Mas lo había sido prácticamente todo en la escena política catalana, no han sabido conservar.
La dirección ejecutiva de la formación analizó ayer los resultados del domingo y se impuso un periodo de reflexión para estudiar a fondo las causas que han propiciado el revés electoral y que después trasladará al consejo nacional para decidir conjuntamente los siguientes pasos a seguir. Así lo explicó cuando menos, una vez finalizada la reunión, el propio presidente del PDECAT, David Bonvehí, que fijó el proceso de debate interno en semanas. El primer análisis, en todo caso, “demuestra que, aunque no hemos llegado a los objetivos que nos habíamos fijado, hay un espacio electoral que existe, los 77.000 votos recibidos lo corroboran”, aseguró el máximo dirigente del partido. “Representamos un proyecto que en la sociedad catalana existe”, remachó Bonvehí, que entre las posibles causas del fracaso electoral citó el hecho de tratarse de “un proyecto político con una marca nueva al que le ha faltado tiempo e intensidad para darse a conocer” y “el voto útil que nos ha jugado en contra”.
Las palabras del presidente del PDECAT no pueden esconder, no obstante, la realidad de que el partido que recogía la herencia de CDC es desde el domingo extraparlamentario y de que los votos obtenidos, además de no permitirle mantenerse en el Parlament, le dejan en una posición residual en la escena política de Catalunya. Una circunstancia que el “buen trabajo realizado durante la campaña” por la exconsellera Àngels Chacón –que se mantendrá en primera línea– no ha servido para contrarrestar, ni tampoco el concurso del mismo 129.º presidente de la Generalitat o de otro exconseller, Andreu Mas-colell, ni tampoco el fichaje de la exvicepresidenta del Govern y exdirigente de UDC, Joana Ortega.
El partido ha sufrido las consecuencias devastadoras del enfrentamiento con Carles Puigdemont y la escisión con Jxcat. Han sido las primeras elecciones a las que ha concurrido en solitario después de la ruptura y ha visto cómo la respuesta del electorado, por mucho que Bonvehí quiera aferrarse a los 77.000 votos, ha sido del todo insuficiente. Una cifra, además, que desde la dirección de Jxcat se interpreta que ha sido la que le ha impedido no solo imponerse a ERC, sino quién sabe si incluso alzarse con el triunfo por delante del PSC. Y, aunque llegados a este punto el presidente del PDECAT no quiere entrar en polémicas, sí remarca que “es el partido que más generoso ha sido y que más ha luchado por la unidad del independentismo”.
Con todo ello encima de la mesa, el periodo de reflexión interna que ha decidido abrir la dirección promete ser intenso, porque no son pocas las incógnitas que están planteadas en estos momentos. Entre ellas, por ejemplo, si le basta con los cuatro diputados que conserva en el Congreso para dar el vuelco a la situación, si el poder municipal que todavía tiene en muchos rincones de Catalunya es suficiente para enderezar el rumbo o si, por el contrario, este poder municipal puede resentirse, desgastarse y buscar refugio, pensando en las elecciones locales del 2023, en marcas de mayor éxito como lo es Jxcat, o si la línea política emprendida desde la fractura con Jxcat es la apropiada y el partido continúa teniendo razón de ser o la ha perdido totalmente.
Bonvehí sostiene, en este punto, que “el independentismo no es solo de izquierdas”. Habrá que ver cómo respiran los cuadros y las bases del PDECAT y si resurge algún sector crítico, desaparecido justamente a raíz de la escisión con Jxcat.
MUCHAS INCÓGNITAS Bonvehí sostiene que el partido “representa un proyecto que existe en la sociedad catalana”
RESPALDOS INSUFICIENTES
Ni el papel de Chacón y el concurso de Mas y Ortega han podido evitar el revés electoral