La hegemonía independentista se refuerza aún más en Girona
De los 17 diputados en juego, 13 son soberanistas, uno más que en el 2017
Los comicios del pasado domingo han vuelto a situar Girona como el principal granero de votos independentistas de Catalunya. El 67% de los electores optaron por formaciones partidarias de la independencia. En esta ocasión el bloque soberanista se ha visto reforzado con un nuevo diputado. Si hace cuatro años, de los 17 escaños en juego, 12 eran de formaciones proindependencia, el domingo fueron trece, uno más.
Una “hegemonía independentista” que recordaron durante la noche electoral tanto la cabeza de lista de ERC, Teresa Jordà, como la candidata de Junts per Catalunya y ganadora de los comicios en Girona, Gemma Geis, que revalidó los siete escaños conseguidos en el 2017. Preguntada ayer sobre si existe o no un efecto Puigdemont en Girona, Geis reconoció su liderazgo y su vínculo con la ciudad (fue alcalde entre el 2011 y el 2016, cuando fue nombrado presidente de la Generalitat) como elementos que habrán influido en el triunfo. De hecho, la misma noche electoral aseguraba que “en la tierra de Puigdemont, Junts es invencible como también es imbatible el proyecto forjado” por la candidatura. “Era difícil mantener los siete diputados por la pandemia y lo hemos logrado”, aseguró. Efecto Puigdemont o no, la realidad dice que, antes Convergència i Unió, ahora Junts per Catalunya, siempre se han impuesto en Girona en unas elecciones catalanas desde el año 1980. La formación fue el pasado domingo la lista más votada en todas las comarcas y capitales y en algunos territorios como el Pla de l’estany o la Garrotxa, más del 40% de los sufragios fueron a parar a la lista encabezada por Geis.
A pesar de no haber logrado la victoria en Girona, también ERC –que revalidó los cuatro escaños obtenidos en los últimos comicios– valoraba positivamente la jornada electoral. “Hemos incrementado el apoyo en Girona y hemos estado cerca de sacar el quinto escaño, cosa que no había ocurrido nunca antes”, valoraba ayer el presidente de la Federació de Girona
de ERC, Pau Presas. La formación republicana recibió el 21,8% de los votos, once puntos porcentuales por debajo de Junts. El escaño que durante los primeros compases del escrutinio estaba en manos de ERC se lo llevó finalmente la CUP, que sumó 3.000 votos más que hace cuatro años e incrementó en cuatro puntos el porcentaje de voto, lo que le ha valido sacar un diputado más. El candidato Dani Cornellà, alcalde de Celrà, calificó de históricos los resultados obtenidos. Los cupaires fueron la lista más votada en un único pueblo,
Sales de Llierca, en la Garrotxa.
Quien también tenía motivos para estar contenta la noche electoral, a parte de la ganadora, era Sílvia Paneque, cabeza de lista del PSC que dio una de las sorpresas triplicando escaños, pasando de uno a tres. Paneque destacó ayer el haber recuperado territorios en los que el PSC había perdido posiciones en beneficio de Ciudadanos. El partido naranja hace cuatro años fue la fuerza más votada en ciudades como Roses, Blanes o Lloret de Mar, que ahora vuelven a ser socialistas. También Paneque reconoció que el efecto Illa ha sido efectivo y ha contribuido a los buenos resultados obtenidos en Girona, que confía que tengan continuidad en las próximas elecciones municipales. La última vez que los socialistas obtuvieron tres representantes fue en las elecciones del 2010, con un porcentaje de voto inferior.
El PSC fue la lista más votada en Roses, Blanes y Lloret, que en el 2017 optaron por Cs