Ayuda urgente para las empresas
Los nuevos ataques de la covid, el surgimiento de nuevas cepas del coronavirus y el lento ritmo de vacunación en toda Europa, así como en el resto del mundo, empeoran considerablemente la situación de los sectores económicos más vulnerables, como es el caso del turismo, la hostelería, el transporte o el comercio, que tienen una enorme importancia en el tejido productivo español. La Comisión Europea ya ha advertido, al igual que han hecho las asociaciones empresariales españolas, sobre el riesgo de una grave ola de quiebras y cierres de empresas en el país. Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro, que conforman el llamado Eurogrupo, se han reunido nuevamente este pasado lunes, por vía telemática, para analizar la situación de solvencia de las empresas europeas y han reiterado su preocupación por las economías más castigadas por la crisis, principalmente la española.
El Gobierno, ante el riesgo adicional de que no se pueda salvar la temporada turística de Semana Santa y se compliquen las expectativas también para la campaña veraniega, debe actuar con rapidez en la implantación de ayudas directas para evitar un descalabro empresarial en los sectores vulnerables, cuya capacidad de resistencia ha llegado hace tiempo al límite. Un masivo cierre de empresas, como se teme, sería otro duro golpe para la economía y el empleo. El objetivo debe ser sostener el máximo número de negocios posibles para que puedan abrir y recuperarse cuando la pandemia se haya superado, con un horizonte de resistencia que, siendo realistas, debería establecerse hasta el año próximo.
El Gobierno ha concedido hasta la fecha importantes ayudas al sector empresarial y a los trabajadores afectados por la crisis. Pero no basta. Hay que ir más lejos e inyectar más dinero con cargo al endeudamiento público. En este sentido, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, informó ayer a sus colegas europeos de que el próximo mes de marzo espera poder tener ya a punto un nuevo paquete de ayudas directas para las empresas viables en dificultades, que se implementará en colaboración con el sistema bancario. Este nuevo paquete se encuadrará en el marco temporal de ayudas de Estado que ha adoptado la Comisión Europea, que permite ayudas por empresa de hasta 1,8 millones de euros o la realización de quitas y otros instrumentos financieros, como préstamos participativos, para apoyar la solvencia de empresas. No se ha definido todavía el montante global de dicho paquete de ayudas, pero debería estar en consonancia con las necesidades de las empresas para que pueda ser realmente eficaz.
Por mucho dinero que se ponga ahora sobre la mesa para ayudar a sostener empresas siempre será menos que el que sería necesario después para reconstruir de nuevo el tejido empresarial que puede desaparecer en las próximas semanas y meses. Los concursos de acreedores han empezado ya a amontonarse en los juzgados y hay que reaccionar rápido.
Sostener el tejido productivo es clave para una rápida recuperación cuando
se supere la pandemia