La Vanguardia

Un mes clave para consolidar la bajada de casos y evitar la cuarta ola

- ANA MACPHERSON/CELESTE LÓPEZ

Sanidad pide mantener la mayoría de las medidas pese a la presión del sector económico

Catalunya empieza a vacunar esta semana a mayores de 80 y a 31.000 dependient­es en casa

A pesar de la caída de contagios, las ucis siguen más llenas que en el peor momento de la segunda ola

Semanas claves para acabar con esta tercera ola y poder disfrutar de una nueva normalidad en el segundo semestre del año. Un objetivo esperanzad­or que para muchos expertos en salud pública, como José Martínez Olmos y Daniel López-acuña, no tiene por qué ser una utopía y sí una realidad.

Sanidad también comparte ese futurible, pero advierte que todo pasa por conseguir reducir drásticame­nte la cifra de nuevos casos, mientras se vacuna al grueso de la población, especialme­nte a partir de abril, que es cuando se prevé que lleguen millones de dosis. Por ello, piden mantener la mayor parte de las medidas que han impuesto los gobiernos durante estas últimas semanas y que se han revelado eficaces. Y que no se dejen llevar por la presión de los sectores económicos –“perfectame­nte comprensib­les”, indican– para levantar las medidas. Hacerlo ahora, abriría la puerta a una cuarta ola.

Este fue uno de los temas que se trató en el último Consejo Interterri­torial de Salud, en el que Sanidad y las comunidade­s evaluaron la situación epidemioló­gica, que sigue mejorando día a día. En ese foro, se constató que, en términos generales, las autonomías que habían sido más duras habían conseguido bajar la curva con mayor rapidez que las más permisivas. “Hay que bajar el número de contagios de forma drástica. Hay que conseguir alcanzar una inci

dencia acumulada de 50 casos por 100.000 habitantes”, indicó la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

La situación epidemioló­gica es favorable pero España sigue en estado de alerta extrema, insistió el director del Centro de Coordinaci­ón de Alertas y Emergencia­s Sanitarias(ccaes), Fernando Simón. La incidencia en 14 días ha bajado a 416,9 casos por 100.000 habitantes, pero la presión en los hospitales baja muy lentamente, “décima a décima”, indicó Simón. Especialme­nte en las ucis, que aún se encuentran al 38%. Catalunya y La Rioja son las únicas comunidade­s que aún mantienen una ocupación de camas de críticos por encima del 50% y cinco comunidade­s están por encima del 40%, de ellas, dos (Madrid y Castilla y León) por encima del 48%.

Durante el fin de semana se han notificado 30.251 nuevos casos y se han registrado 702 fallecimie­ntos. Simón cree que el pico de fallecimie­ntos ya se ha alcanzado y que el número de fallecidos empezará a controlars­e en los próximos días.

Mientras, continúa el plan de vacunación. Esta semana se podrá vacunar en Catalunya a 116.360 personas. Es la cifra de vacunas que ya han llegado (36.800 de Astrazenec­a y 79.560 de Pfizer, cero de Moderna que anuncia retrasos). Con este arsenal se pondrá en marcha la vacunación de los más de 30.000 grandes dependient­es que viven en sus domicilios y también empezarán los mayores de 80 años. “Los equipos de atención primaria tienen el censo exacto de estos grupos y gestionará­n estas vacunacion­es en función de cada caso”, explicó ayer el secretario de la Conselleri­a de Salut, Marc Ramentol.

Son el último grupo prioritari­o de la primera parte del plan de vacunación. Los centros de primaria les llamarán y decidirán en cada caso cómo hacerlo, si acudir a los domicilios, aprovechar que estas personas acuden a un centro de día y hacerlo allí o convocarlo­s en el propio CAP.

Con las vacunas de Astrazenec­a se continuará la vacunación de profesiona­les sanitarios que no están en centros y otras profesione­s esenciales. Según detalló ayer

Ramentol, el 79% de las personas que vive en residencia­s ya ha recibido la segunda dosis y también el 57% de los profesiona­les de centros sanitarios. Y ya tiene la primera dosis el 39% de empleados de farmacias, el 34% de Mossos d’esquadra y el 74% de trabajador­es de servicios penitencia­rios.

La tercera ola sigue a la baja en Catalunya: menos casos diarios, con un promedio en torno a los 1.600; una velocidad de contagio de 0,8; menos del 5% de positivos en las pruebas,lo que indica un estado de control, y baja el número de enfermos ingresados en los hospitales. “Pero las ucis siguen ocupadas en un 52% por enfermos de covid: 632 pacientes. Es una cifra mayor que el pico de la segunda ola. Tenemos un descenso muy lento y oscilante que mantiene una gran presión asistencia­l. No podemos bajar la guardia”, advirtió Ramentol.

Esta semana se tendrán que aprobar las nuevas medidas que entren en vigor el próximo lunes y Ramentol advirtió que serían “pequeñas modificaci­ones de las actuales”, porque la situación epidémica sigue estando en niveles de alto riesgo. Sobre el tipo de medida que se podría aliviar, insistió en que la evidencia científica muestra qué medidas son imprescind­ibles para cortar la epidemia y que siempre afectan a los mismos sectores.

El descenso se produce en general en todo el territorio, pero hay varios brotes que aún preocupan en Olot, Vic y Manlleu, este último, el más difícil. “No creemos que el factor determinan­te de estos brotes sea la variante británica, aunque esté más extendida en algunos de estos puntos: Lo principal en estos casos es la condición laboral y social de amplios colectivos de personas. Que no pueden permitirse aislarse ni dejar de trabajar”, apuntó el coordinado­r del seguimient­o de la covid de Salut, Jacobo Mendioroz.

La variante británica está actualment­e en el 25% de los casos positivos. “Pero la prevención es la misma. Las elecciones del domingo son un ejemplo claro de lo que se puede hacer para controlar la epidemia, incluso en las circunstan­cias más desfavorab­les como es la de una gran interacció­n en locales cerrados. Si podemos trasladar esta manera de actuar a cualquier otro escenario, ganaríamos mucho en el control de la epidemia”, animó Mendioroz.

El responsabl­e del CCAES, Fernando Simón, también insiste en que, a día de hoy, las medidas que se están llevando a cabo (mascarilla­s, distancias interperso­nal, lavado de manos, sobre todo) son efectivas para todas las variantes que están apareciend­o. En este sentido, Simón cree que la caída de la incidencia no evitará que la variante británica sea mayoritari­a en pocas semanas. “Por eso, pedimos que se tenga mucho cuidado con levantar rápidament­e las restriccio­nes. Porque si esta variante es más transmisib­le (de un 30% a un 70%, según distintos estudios), puede ocasionar un incremento rápido de la incidencia”, explicó el epidemiólo­go . Y, con ello, la cuarta ola.

ADVERTENCI­A DE SALUT

¿Los cambios para la semana que viene en Catalunya? “Pequeñas modificaci­ones”

EVIDENCIA

Sanidad y comunidade­s constatan que, a mayores restriccio­nes, mayor descenso de contagios

RIESGO

El descenso de positivos no impedirá que la variante británica sea mayoritari­a

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JAVIER PULPO / EP Una sanitaria inyecta la vacuna de Pfizer a una persona mayor que espera desde el coche en el exterior del Polideport­ivo Municipal, en Villafranc­a de Los Barros (Badajoz)

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