Núria Bendicho debuta con un drama rural extremo

Núria Bendicho (Barcelona, 1995) se presentó al premio Llibres Anagrama 2020 con Terres mortes y, aunque no ganó, el jurado recomendó su publicación. Un año después, llega a las librerías su primera novela, un drama rural extremo, con aires de Rodoreda, Faulkner, Víctor Català, Bernhard... Una vez leída, rompe todos los esquemas de lo que se espera de una joven urbanita como la autora.

Trece personajes narran, uno en cada capítulo, el drama que rodea el asesinato de Joan, uno de los hermanos de una familia que vive en un casal muy alejado del pueblo, casi un mundo aparte. La acción discurre a finales del siglo XIX o principios del XX, en un lugar indeterminado, como la leyenda del casal sin nombre.

“La polifonía me permite retratar la distorsión en que viven las mujeres”, detalla Bendicho. Porque Terres mortes también es una novela feminista, empapada de novela gótica: “Me lo pasaba bien escribiendo las escenas grotescas a partir de la brutalidad del hombre”, confiesa a la escritora novel.

Es su primera “novela absoluta”, antes solo había escrito “poemas nefastos”, y afirma que seguirá escribiendo novela rural: “Los autores que admiro son rurales. La soledad de la ciudad se parece mucho a la soledad rural. Eso también me permite alejarme de mi realidad. La realidad es una trampa, es una pistola al pecho”, concluye.