La compra de vivienda se contrae un 18% en el 2020 por la covid
El número de operaciones retrocede a niveles de cuatro años atrás
El desaguisado causado por la pandemia en el mercado inmobiliario es importante. En el 2020, el número de compraventas de viviendas se desplomó un 17,7% –superior al descenso de la actividad: el PIB se contrajo un 11%–. Hay que retroceder hasta al 2011 para encontrar una situación similar. Ese año, en medio de la Gran Recesión, se vendieron un 18,1% de casas menos que en el ejercicio anterior.
Según los datos publicados ayer por el INE, a lo largo del 2020 se cerraron en total 415.748 compraventas de viviendas. De esta forma, el mercado inmobiliario vio romper la tendencia al alza de los últimos años y retrocedió hasta niveles del 2016. Y se alejó además del medio millón de compras de casas con los que se cerraron tanto el 2018 como el 2019.
El golpe resultó tremendo tanto para la vivienda nueva como la usada. En esta última categoría –la que más pesa en el balance final, ya que supone un 80% de las operaciones–, el derrumbe durante el 2020 alcanzó el 19,2%. Es la mayor caída desde el 2009, cuando se hundió un 29%.
En paralelo, la compraventa de viviendas nuevas bajó un 11,2% con respecto a las operaciones cerradas el año anterior, marcando el peor registro de los últimos cinco años.
La heterogeneidad geográfica de esta crisis también se refleja en las consecuencias de la covid en el sector del ladrillo. Aunque todas las comunidades autónomas sufrieron un retroceso anual en el volumen de ventas de viviendas, los territorios más golpeados fueron Baleares (-23,2%), Comunidad Valenciana (-22,1%) y Canarias (-22,1%), los tres muy afectados por la práctica hibernación del sector turístico. Le siguieron muy de cerca la Comunidad de Madrid (-21%), Navarra (-20,9%) y Catalunya (-19,7%).
En el otro extremo, entre las autonomías con datos notablemente inferiores a la media estatal, destacaron Extremadura (-6,5%), Asturias (-9%), Cantabria (-10,7%), Castilla-la Mancha(-10,8%) y Castilla y León (-10,9%).
Si se tiene en cuenta el número de operaciones por cada cien mil habitantes, los mejores registros se dan en la Comunidad Valenciana (casi 1.470), La Rioja (1.300), Andalucía y Murcia (1.250) y Castilla-la Mancha (1.130).
El INE recuerda que el cierre de actividades y las restricciones a la movilidad para luchar contra la expansión del virus, a lo que hay que añadir la incertidumbre que cayó sobre la actividad económica, incluidos millones de hogares, paralizó buena parte del negocio inmobiliario. El peor momento se produjo en el mes de mayo cuando, en medio del primer estado de alarma, el volumen de inmuebles adquiridos se redujo en términos interanuales en nada menos que a la mitad. A partir de ese momento, las compras se fueron recuperando poco a poco –salvo un nuevo tropiezo en octubre, por los rebrotes– y aún de forma incompleta.
¿Qué pasó en diciembre? Según el Instituto Nacional de Estadística, el volumen de compra de viviendas aumentó un 3,7% con respecto al último mes del 2019. A pesar de ello, se mantuvo el patrón y bajó el número de operaciones, en comparación con el mes anterior. En el caso de la vivienda usada la tasa interanual en diciembre fue del 1,6%, mientras que en la nueva alcanzó el 12,6.
Por territorios, seis autonomías arrastraron descensos frente a doce meses antes. En especial, la compra de vivienda continuó cayendo con fuerza en Baleares y Canarias, un 20% y 16% respectivamente. También se produjeron descensos en Navarra (-7,6%), Euskadi (-6,6%), Madrid (-1,6%) y Comunidad Valenciana (-1,3%). Los mayores incrementos, de entre el 37% y el 25%, se registraron en La Rioja, Cantabria, Galicia, Extremadura y Castilla y León.
Las islas, Comunidad Valenciana, Catalunya y Madrid destacan entre las autonomías más afectadas por la crisis