Magnetoterapia y dieta macrobiótica son oficialmente pseudoterapias
Los informes de las agencias sanitarias concluyen que nada avala su eficacia
El Plan para la Protección de la Salud frente a las pseudoterapias que se puso en marcha en el anterior gobierno socialista ha dado sus primeros pasos. La magnetoterapia estática, la dieta macrobiótica, el masaje tailandés y la sanación espiritual activa no tienen ninguna clase de aval científico que apoye su eficacia y su seguridad. Y por ese motivo, no se recomienda su utilización con finalidad sanitaria, aunque no se valora su utilización para finalidades de otro tipo.
Estas son las primeras cuatro prácticas con voluntad terapéutica que quedan clasificadas como pseudoterapias a partir de los informes de la Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (REDETS). Ya están preparados otros seis informes en proceso de revisión externa. Se trata del análisis de la evidencia científica atribuible a la acupuntura para tratar dolor crónico no oncológico de origen músculoesquelético; la terapia floral; el yoga en condiciones clínicas seleccionadas; la músicoterapia en la reducción de la ansiedad, el estrés y la depresión; la reflexología podal, y el método Pilates en condiciones clínicas seleccionadas.
El plan que lideran los ministerios de Sanidad y de Ciencia e Innovación pretende proporcionar información veraz y rigurosa para que la sociedad pueda diferenciar prácticas que realmente han podido probar su eficacia y su seguridad a la hora de tratar o curar enfermedades y las que no.
Por ejemplo, sobre el masaje tailandés, el informe llega a la conclusión de que uso en el dolor lumbar, en la osteoartritis de rodilla, en la cefalea tensional crónica, en la neuropatía diabética o la espasticidad por patología neurológica no es mejor en ningún caso que los tratamientos habituales. En general son bien tolerados por los pacientes, pero apenas hay estudios sobre complicaciones y efectos adversos asociados a su aplicación, “por lo que no se puede descartar el riesgo de complicaciones”.
Sobre la dieta macrobiótica, que se define como “una forma de alimentación basada en el principio del yin y el yang, que busca el equilibrio físico y emocional”, con alimentos orgánicos, vegetales e integrales, los investigadores concluyen que “no hay información suficiente que permita conocer su eficacia en la mejora o control de enfermedades ni sobre su seguridad”.
La magnetoterapia estática usa campos magnéticos generados por imanes para aumentar las capacidades regenerativas. La conclusión es que no demuestra que su uso alivie el dolor de cualquier tipo, por lo que no se aconseja para tratarlo. A favor tiene que, aunque no sirva, no daña, salvo efectos adversos menores por el contacto cutáneo con los imanes.
La sanación espiritual activa, finalmente, “no puede considerarse terapéutica para ninguna indicación”.
La lista inicial de posibles pseudoterapias por aclarar sumaba 139 títulos. El plan actualmente, según la información facilitada por el Ministerio de Ciencia e Innovación, además de los cuatro informes emitidos y los seis que están en revisión, trabaja sobre otras 20 técnicas y prácticas disponibles en estos momentos como atención sanitaria.
La idea, además de que la población tenga información rigurosa sobre en qué consiste y qué le avala y qué no en cada caso, es que se puedan tomar medidas de protección concretas. Esos informes podrán ser usados por las distintas autoridades sanitarias de cada comunidad para prohibir o limitar publicaciones y actos, por ejemplo. Pero también podría suponer cambios normativos, tal como aspiraba la anterior ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo: que todas las pseudoterapias queden fuera tanto de los servicios sanitarios como de la formación universitaria.
El pasado octubre, 2.750 firmas de médicos, científicos y divulgadores de 44 países pedían en un manifiesto que la Comisión Europea (CE) y los diferentes países legislaran contra las medicinas alternativas. “Seamos claros, las pseudociencias matan. Y no solo eso, sino que son practicadas con impunidad gracias a leyes europeas que las protegen”, decía el manifiesto.
El plan de Sanidad y Ciencia excluye también el masaje tailandés y la sanación espiritual
El principal escollo en la evaluación es, en general, la falta de estudios sobre resultados y seguridad
“Las leyes europeas que protegen y amparan la homeopatía son inadmisibles en una sociedad científico-tecnológica que respeta el derecho de los pacientes a no ser engañados”, decían. Y, asimismo, reclaman que Europa legisle “para frenar las pseudoterapias porque no son inocuas y producen miles de afectados”.