Biden se vuelca en ayudar a Texas y se aleja del estilo vengativo de Trump
Continúan los apagones, con 14 millones de afectados por el suministro de agua
El clásico juego de las diferencias carece de mérito si se comparan Joe Biden y Donald Trump. Salvo que ambos son abstemios, cualquier similitud entre ellos parece una pura coincidencia.
Al mes escaso de ocupar la Casa Blanca, Biden se ha encontrado con una grave crisis por el impacto de la meteorología extrema en buena parte del país. Texas, el estado de la energía, afronta graves problemas de suministro eléctrico. Cerca de 100.000 personas seguían sin luz ni calefacción seis días después de las grandes heladas y otros 14 millones no disponían de agua corriente y tenían que hervirla para beberla. Texas ha sido el epicentro de una ola de frío polar que ha dejado al menos 70 defunciones en EE.UU.
El presidente Biden aprobó el sábado la declaración de desastre mayor para el estado de la estrella solitaria. Con esta medida dispondrá de una gran capacidad federal para ayudar a los afectados por las severas condiciones de la tormenta invernal.
Además de contactar con el gobernador Greg Abbott y de haber enviado cuantioso auxilio (generadores, agua, comida y otros productos), el presidente ha mostrado un talante diferente al de su antecesor. Biden anunció que visitará el estado, en cuanto sea posible y sin provocar interferencias.
No hay que olvidar que Texas, muy conservador por tradición, fue el territorio que presentó un pleito para anular los resultados electorales en seis estados que resultaron claves para la victoria del demócrata.
Sin embargo, Biden se ha olvidado de querellas y da la impresión de discernir entre las cuestiones políticas y sociales.
Su postura se sitúa en el polo opuesto al del vengativo Trump. Cuando durante su mandato California sufrió graves pérdidas humanas y económicas, con la destrucción masiva de casas y comercios por los incendios, el entonces presidente despreció a su gobernador y a los californianos. No hubo visita y amenazó con cortar los fondos porque no le votaron y los mandatarios del estado criticaban su gestión.
Trump solo tenía consideración con los estados que se rendían a sus caprichos. En cambio, Biden ha hecho incluso oídos sordos a las palabras de Rick Perry. El exgobernador texano y ex secretario de energía en la administración Trump, los texanos estaban dispuestos a soportar días de apagones para “mantener al gobierno
El presidente declara el estado en situación de desastre mayor tras la ola de frío polar de los últimos días
federal fuera de sus asuntos”. El baño de realidad, con los texanos reclamando ayuda, desmiente a un gobernante que contribuyó durante años a debilitar la red energética del estado.
La declaración de desastre mayor desbloquea fondos federales para los residentes en Texas, subvenciones para viviendas temporales y reparaciones de hogares o negocios, así como préstamos a bajos intereses para cubrir pérdidas de propiedades no aseguradas. El principal escollo continuaba siendo el suministro de agua.