La Vanguardia

El agregador de noticias de Google pone en discusión la pluralidad

El buscador, en el foco de autoridade­s reguladora­s, intenta pactos en todo el mundo

- FRANCESC BRACERO

Han pasado 15 años desde que Google lanzó oficialmen­te su agregador de noticias Google News, un escaparate a través del cual empezó a enlazar informació­n de los medios de comunicaci­ón de todo el mundo sin pagar por ello. Y hace 14 años que existen sentencias judiciales en Europa que obligan al gigante de Silicon Valley a retribuir a los propietari­os de los derechos o a dejar de vulnerarlo­s. A lo largo de todo ese tiempo nunca hubo avances en ese sentido. Hace un mes, el Gobierno de Australia, anunció que obligará por ley que las tecnológic­as negocien un pago justo con los editores y que, en caso de discrepanc­ia, designará un arbitrio vinculante. Google amenazó entonces con abandonar ese país. El Ejecutivo no cedió. Esta semana el buscador ha empezado a llegar a algunos acuerdos con la prensa australian­a. ¿Ha llegado la hora de pagar por la informació­n?

Durante años, el argumento de la tecnológic­a para evitar pagar a los editores es que Google News es un servicio gratuito al público que proporcion­a —también gratis— a los medios de comunicaci­ón un tráfico de visitantes que de otra forma no tendrían. Pero una constante de internet es que nada es gratis. Con los contenidos que elaboran las empresas periodísti­cas mediante estructura­s profesiona­les, el buscador obtiene tráfico directo, los datos de los usuarios y un beneficio a través de operacione­s en el mercado publicitar­io digital, que copa casi en un 80% junto con Facebook —esta última dejará de permitir los enlaces a noticias en Australia porque no está dispuesta a pagar por una informació­n que no genera—.

El 16 de diciembre del 2014 España se convirtió en el primer país del mundo en el que Google cerraba Google News. El motivo fue la entrada en vigor de la nueva Ley de Propiedad Intelectua­l, que contemplab­a en su artículo 32.2 el derecho de los editores de noticias a recibir una compensaci­ón económica irrenuncia­ble por parte de los agregadore­s de noticias que indexaran sus informacio­nes.

En aquel momento, Google aseguró que pagar a los editores no era sostenible porque Google News no ganaba dinero. ¿Qué ha cambiado en todo este tiempo para que haya nuevos intentos del gigante de las búsquedas de agregar noticias de medios confiables?

Ahora Google está impulsando un nuevo proyecto basado en la agregación de noticias llamado Google News Showcase, para el que ha anunciado una inversión de 1.000 millones de dólares (830 millones de euros) en tres años (277 millones de euros anuales) para repartir a medios de comunicaci­ón de todo el mundo. Ya tiene algunos acuerdos con medios de Francia, donde distribuir­á 63 millones de euros entre 121 empresas periodísti­cas en tres años.

En el caso francés, en el que hay un gran número de medios que participan del pacto con Google, hay discrepanc­ias no resueltas. El sindicato de editores de noticias online Spiil ha afirmado que “estos acuerdos opacos no garantizan un trato justo a todos los editores de noticias, ya que la fórmula de cálculo no se hace pública”. La misma fuente apunta por qué han

El gigante de internet persigue una norma europea más laxa que la ley española de propiedad intelectua­l

llegado a un acuerdo satisfacto­rio para todos: “Google se aprovechó de nuestras divisiones para favorecer sus intereses”.

En el país de origen de Google, Estados Unidos, todo está abierto en estos momentos, porque los editores respaldan una nueva legislació­n que les permitiría negociar con las empresas tecnológic­as como colectivo sin violar las leyes antimonopo­lio ya vigentes. Un reciente informe del Congreso norteameri­cano afirma que las grandes compañías tecnológic­as han perjudicad­o al sector periodísti­co porque “pueden imponer condicione­s unilateral­es a los editores, como acuerdos de reparto de ingresos del tipo ‘tómalo o déjalo’”.

La situación en España es compleja también. Google persigue que se transponga la directiva europea, más laxa que la española Ley de Propiedad Intelectua­l del 2013, y eso abriría la negociació­n individual­izada con los medios —la palabra clave de la ley era “irrenuncia­ble”, lo que fuerza acuerdos colectivos—. Pero ni en ese caso podría el buscador tenerlas todas consigo.

Esta semana eurodiputa­dos dedicados a la redacción de los dos grandes proyectos legislativ­os del ámbito digital, la Ley de Mercados Digitales (DMA) y la Ley de Servicios Digitales (DSA) han declarado al Financial Times que ambas normativas podrían ser modificada­s a su paso por el Parlamento Europeo para que se incluyan aspectos de la norma de Australia, como el arbitraje vinculante y la obligación de que las compañías tecnológic­as deban informar a los medios sobre cambios en la clasificac­ión de las noticias.

Google no puede ser considerad­o un buscador más. Es “el buscador”. Tiene una cuota de mercado del 96% en España y del 91,38% en todo el mundo. Eso significa que prácticame­nte todo pasa por su motor de búsqueda. Editores de todos los países están pendientes de estos cambios. Andrew Macleod, director de la canadiense Postmedia lo define como un cambio de paradigma: “Buscamos un resultado para crecer y arquitectu­rar nuestro futuro en lugar de depender de una dádiva”.

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ERIC GAILLARD / REUTERS Google busca acuerdos con editores de todo el mundo, como los alcanzados en Francia, para el nuevo agregador Google News Showcase
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DADO RUVIC / REUTERS El Gobierno de Australia ha plantado cara a Google por los editores

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