Josep Batallé
Càrnica Batallé
El sector cárnico ha liderado las exportaciones agroalimentarias en Catalunya, que han batido récords en el 2020 con más de 11.000 millones de euros. Josep Batallé dirige con su familia una de las empresas exportadoras más destacadas.
El sector agroalimentario ha logrado consolidarse como uno de los motores de la economía catalana, superando el primer año de pandemia con un buen ritmo de crecimiento. Sobresalen especialmente las exportaciones de alimentos, que en el 2020 batieron un récord con 11.435 millones de euros, un 6,62% más que el año anterior.
Este importante aumento hace que Catalunya lidere por primera vez las exportaciones agroalimentarias en España, por encima de Andalucía, comunidad autónoma que había encabezado la venta de alimentos a terceros países durante años. En total, las exportaciones del sector en toda España se incrementaron un 4,29% el 2020. “En un entorno europeo en el que el sector agroalimentario ha disminuido, en Catalunya se ha reforzado y ha crecido”, destacó ayer Ramon Sentmartí, director gerente de Prodeca, durante la presentación de los datos del último ejercicio.
La alimentación se ha convertido así en una actividad tractora del comercio exterior para Catalunya. El 2020 fue el primer año en que esta industria se sitúa como segundo sector económico exportador. Sentmartí destacó que el 2020 no ha sido un año fácil para el total de ventas internacionales catalanas a causa de la crisis provocada por la covid, la incertidumbre del Brexit o la política de aranceles de Estados Unidos. Este contexto adverso da más valor, señaló, al aumento de exportaciones de alimentos. Por producto, el cárnico mantiene el liderazgo de todas las ventas al exterior, con 4.591 millones de euros, un 40,16% del total, con empresas con una alta actividad como Juià o Batallé. Este volumen supone un 11,68% más que el 2019. Destaca el comercio exterior de porcino, que representa el 66,18% del valor de exportación del sector cárnico y el 26,58% del valor total de las exportaciones. Su peso se explica por la fuerte demanda de China. El país asiático se ha convertido en el primer mercado para el sector cárnico catalán, por encima de Francia o Japón.
El segundo lugar lo ocupa el multiproducto o Fine Food, con 3.054 millones de euros y un 26,71% de exportaciones en valor. Aún así, las ventas internacionales de esta categoría, que incluyen productos de pastelería, cacao, productos lácteos o zumos, han disminuido un 2% respecto al año anterior. Fruta y hortalizas (8,45%) y aceites (6,24%) siguen en importancia exportadora. Pero no todas las categorías de productos gozan de una buena salud comercial. Sentmartí lamentó que el sector del vino y el cava se hayan visto penalizados por la bajada generalizada del consumo debido a la debilidad del canal de la restauración y la hostelería, que sufre restricciones en la mayor parte del mundo a causa de la pandemia. Pese a situarse como el quinto sector exportador de la alimentación en Catalunya, ha vivido un descenso del 10,14% en valor. Los aranceles de Estados Unidos también han afectado a la industria catalana del vino y el cava.
En total, Catalunya exporta alimentos y bebidas a 190 países. La UE representa el 59% de todas las ventas internacionales, con Francia como principal país de destino. China ya es el segundo mercado en importancia para el comercio exterior catalán, seguida de Italia, Alemania, el Reino Unido, Portugal, Japón, Países
China se consolida como segundo mercado para el comercio exterior de la agroalimentación
Bajos y Estados Unidos. Destacan también las exportaciones a otros países asiáticos y de Oriente Medio, donde la demografía y la clase media crecen y, por tanto, también el consumo de alimentos.
Compañías como Claranuts o Cudié, especialistas en frutos secos y confituras, han disparado sus ventas a países árabes y asiáticos el último año. Catalunya mantiene además el superávit comercial alcanzado a partir del primer semestre del 2019.