Larry Kellner
Presidente de Boeing
Los problemas continúan en el gigante aeroespacial Boeing, que ayer recomendó que se suspendan todos los vuelos de su modelo de avión 777 después de que el sábado uno de ellos perdiera parte de un motor en un vuelo Denver-hawái.
Boeing ha recomendado suspender las operaciones de los aviones del modelo 777 tras el incidente del sábado en EE.UU., cuando un aparato de este tipo perdió varias partes de uno de sus motores en pleno vuelo antes de realizar un aterrizaje de emergencia. En paralelo a la decisión de la compañía y a la investigación abierta por la Administración Federal de Aviación estadounidense, las autoridades aeronáuticas de varios países ya han empezado a prohibir la entrada en su espacio aéreo de estas aeronaves hasta que se conozcan los motivos de la avería.
Actualmente se encuentran operativos en el mundo 128 aparatos del modelo 777, de los cuales 69 están en servicio y el resto están actualmente estacionados a causa de la pandemia. Todos ellos son propulsados por motores Pratt&
Whitney 4000-112 como el que sufrió el desperfecto el sábado, cuando algunos de sus componentes cayeron en un barrio residencial de las afueras de Denver, sin causar víctimas. El aparato, de la compañía United Airlines y con destino a Hawái, se vio obligado a regresar de emergencia a la capital de Colorado poco después de despegar, tras los problemas sufridos en uno de sus motores.
Varias aerolíneas decidieron inmediatamente seguir la recomendación de Boeing, como American Airlines. “Estamos eliminando voluntaria y temporalmente 24 aviones Boeing 777 propulsados por motores de la serie 4000 de Pratt & Whitney de nuestro programa”, anunció la compañía aérea estadounidense. Al mismo tiempo, distintos países, como Japón o el Reino Unido, han vetado ya los vuelos de las aeronaves que se encuentren en su territorio o el ingreso de este modelo a su espacio aéreo.
Paralelamente, las autoridades holandesas investigan otro incidente relacionado con otro modelo de Boeing, en este caso el 747400, después de que un avión de carga de este tipo sufriera también el sábado el incendio de uno de sus motores y perdiera igualmente varios de sus componentes. El vuelo despegó de Maastricht con destino a Nueva York, pero a los pocos minutos, aún sobre territorio de los Países Bajos, un incendio provocó que se desprendieran varias palas de la turbina que cayeron sobre la localidad holandesa de Meerssen. El suceso causó heridas leves a dos personas y daños en casas y vehículos. Poco después se realizó un aterrizaje de emergencia en la ciudad belga de Lieja.
Boeing ya se vio obligado en el 2019 a suspender las operaciones de su modelo 737 MAX tras dos accidentes mortales de estos aparatos en Indonesia y Etiopía.