El embajador italiano en RD Congo, asesinado en un ataque contra la ONU
El diplomático fue tiroteado en una emboscada contra un convoy del PMA
El embajador italiano en República Democrática de Congo, Luca Attanasio, tenía solo 43 años. Era uno de los embajadores más jóvenes de Italia, un apasionado de África, implicado en proyectos humanitarios, y padre de tres hijas. Ayer fue uno de los tres fallecidos en un ataque armado contra un convoy de dos vehículos de las Naciones Unidas que salió desde Goma, la gran ciudad del este del país, para visitar un proyecto del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en una escuela de Rutshuru.
Todavía se desconoce el grupo armado que atacó el convoy humanitario, sin que nadie haya reclamado su responsabilidad. Además de Attanasio, fueron asesinados un carabinero italiano que acompañaba al embajador, Vittorio Iacovacci, de 30 años, y el conductor, un hombre de nacionalidad congolesa que trabajaba para el PMA cuyo nombre ayer no había trascendido. Según confirmó el PMA en un comunicado, otros pasajeros que viajaban en la misma delegación también resultaron heridos.
Los tres fallecidos son las últimas víctimas de un conflicto que se alarga desde hace años en el este de República Democrática de Congo. Una región rica en minerales que es el escenario de violencias cotidianas contra los civiles desde hace 25 años, pese a la presencia del ejército congoleño y las fuerzas de la Monusco, la misión de la ONU para la estabilización del país, con más de 15.000 efectivos. Según un informe publicado el lunes, los expertos del Barómetro de Seguridad Kivu han localizado a 122 grupos armados activos en el 2020 en las cuatro provincias orientales del país. Solo en las dos provincias de Kivu hubo 2.127 civiles asesinados entre enero del 2019 y octubre del 2020. Se trata de una zona de potencial turístico por el parque nacional Virunga, en la frontera entre República Democrática de Congo, Ruanda y Uganda, cuyos guardias son repetidamente atacados y seis de ellos murieron asesinados en una emboscada el mes pasado.
Attanasio y el resto del convoy fueron igualmente emboscados a unos kilómetros al norte de Goma, a la altura del pueblo de Kanyamahoro. Se consideraba una carretera segura para viajar sin escolta, dijo el PMA, por lo que no iban acompañados de soldados de la Monusco. Sin embargo, al parecer se encontraron con troncos en medio del camino.
Y, según dijo a Reuters el gobernador de la provincia de Kivu Norte, Carly Nzanzu Kasivita, aparecieron asaltantes que pararon el convoy con disparos de advertencia. Mataron al conductor y estaban intentando secuestrar al resto hacia el bosque cunado los guardias del parque abrieron fuego. Los asaltantes asesinaron al guardaespaldas, que murió en el acto. El diplomático resultó herido de bala el estómago, y murió poco después en el hospital de Goma. “Prometo al Gobierno italiano que el Gobierno de mi país hará todo lo posible para descubrir quién está detrás de este vil asesinato”, dijo la ministra de Exteriores de República Democrática de Congo, Marie Tumba Nzeza.
El asesinato del embajador y del carabinero italiano ha conmocionado profundamente a su país. Rápidamente llegaron mensajes de condolencias del primer ministro, Mario Draghi, y del presidente de la República, Sergio Mattarella, además de miembros de la diplomacia internacional. También la ministra de Exteriores española, Arancha González Laya, expresó su pésame.
El diplomático italiano, nacido en 1977 en Saronno (Lombardía), había llegado a República Democrática de Congo como jefe de misión en el 2017, y en el 2019 fue nombrado embajador. “Luca Attanasio era el chico a quien más quería. Era uno de los jóvenes más brillantes de nuestra diplomacia”, recordaba Alfredo Mantica, exsubsecretario de Exteriores.
Empezó la carrera diplomática en el 2003, después de sus estudios en la Universidad Bocconi de Milán. Tenía un doctorado en política internacional. En el extranjero fue jefe de la sección económica y comercial en la embajada de Berna, y después cónsul general en Casablanca. Tras una temporada en Roma, fue nombrado consejero en la embajada de Italia en Nigeria. “Recuerdo su sonrisa contagiosa, su clase, su gran conocimiento de las cuestiones africanas”, dijo la exviceministra italiana de Exteriores Emmanuela del Re, que trabajó con él en una repatriación de una religiosa enferma. Attanasio tuvo tres hijas con su esposa, la marroquí Zakia Seddiki, fundadora de una oenegé que ayuda a las jóvenes madres y a sus hijos en las regiones más difíciles de República Democrática de Congo. Italia está de luto.